Según la tradición oral transmitida de abuelos a hijos, de estos a los nietos desde hace décadas de años, se puede afirmar que esta danza criolla y/o nativa tiene su nacimiento en la actual capital de la primera sección de la Provincia de Pacajes que es COROCORO. De acuerdo a investigaciones realizadas al respecto, es un punto de partida para otros trabajos complementarios y profundizar sobre este tema, ya que puedo señalar lo siguiente:
Por la década de los años 20 vivían al final de la calle Miriquiri, en la zona de Verdecilla de Corocoro, las familias VásquezGonzáles, quienes ya en esa época y desde décadas anteriores se dedicaban a la tarea de confeccionar, en los que actualmente se conoce como “muñequería”, pequeños ch‘utas que servían como adornos en casas de personas que los compraban y esto se puede corroborar ya que algunos descendientes de familias corocoreñas todavía lo tienen como reliquia de aquellas épocas.
De acuerdo al historiador don Antonio paredes Candia, en su libro “La Danza Folklórica en Bolivia”, al baile de los ch‘utas, señala que se los conoce como Aljeris y Corocoreños (aljeri, del lenguaje aimara significa vendedor y corocoreños, oriundo de la ciudad de Corocoro). Antiguamente se bailaba acompañada de conjuntos de tarqueada, en las fechas de Navidad, Carnavales y Domingo de Resurrección, tiempo de “jallupacha”, y posteriormente se emplearon las bandas de música actuales, tanto de los regimientos militares de Viacha como también músicos de la ciudad de La Paz.
Las familias que confeccionaban los disfraces de los ch‘utas eran de los hermanos Altamirano, especialmente don Hugo recuerda que entre los años 1940 al 43 le ayudaba a su papá en Corocoro, en los viajes llevando la ropa de los ch‘utas a los pueblos y comunidades de la región que solicitaban en calidad de alquiler para las diferentes comparsas, las mismas que eran transportadas en animales de carga, puesto que en esa época no se contaba todavía con camiones.
Aproximadamente en el año 1950 se formó en la ciudad de La Paz la comparsa de ch‘utas “Los Siempre Corocoreños”, que bailaron por tres años, para después dividirse y el otro grupo con el nombre de “Los Netos Corocoreños”, estas comparsas tenían como centro de reuniones en los carnavales en el sector que actualmente es la Villa Victoria y detrás del Cementerio, por el hecho que en estos sectores vivían gran cantidad de familias corocoreñas; otros bordadores en Corocoro eral la familia Miranda, la de Félix Jiménez, que en la década de los años 40 introdujo la confección en telas de paño de dos colores, combinados por ejemplo en azul y rojo, o también en verde y guindo, los que eran solicitados para bailar en los carnavales desde el domingo, lunes, martes y miércoles de ceniza, más el domingo de tentación, para salir por las principales calles de Corocoro, al compás de las bandas de música que eran contratadas por las diferentes comparsas que componían la Empresa Minera Corocoro en horario diurno, como también en horario nocturno, con la música de conjuntos orquestales que eran contratados expresamente y que los bailes se realizaban en salones de la Alcaldía Municipal, clubes o sedes sociales.
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