La fiesta ratificó el reinado del alma de las carnestolendas: el pepino. Su alegría y sus actos picarescos, además de su voz chillona, fueron desplegados por centenares de disfrazados armados con espuma, globos, chisguetes, harina, mixtura y sus infaltables matasuegras.
Las avenidas Montes y Mariscal Santa Cruz fueron el escenario de la cita que comenzó a las 14.30 de ayer y concluyó cerca de las 20.00. La celebración mostró su mejor rostro gracias a personajes que surgieron de la imaginación de los participantes. Además de los pepinos, la alegría fue derrochada por los célebres “ch’utas choleros”, comparsas originales y fraternidades folklóricas.
Andrés Zaratti, de la Oficialía Mayor de Cultura, informó que al menos 1.000 personas entre guardias municipales, funcionarios de la Alcaldía, la Intendencia y la Policía fueron desplegados por el recorrido para evitar abusos en el consumo de alcohol, el uso de agua y la venta de espumas en mal estado. “Se ha notado la conciencia de las personas que no están desperdiciando el agua”, dijo.
Agrupaciones formadas por médicos, enfermeras y administrativos del hospital Arco Iris; de colegios como el Villarroel, Villamil, Bolívar, Ayacucho; empleados de las agencias de despachantes de Aduana, de la Sociedad Mutual de Beneficencia, mostraron su alborozo e intercambiaron espuma y agua con los espectadores.
Las comparsas y fraternidades ganadoras de los premios de entre 2.000 y 5.000 bolivianos, de la tradicional farándula, serán conocidas en una semana, al igual que los disfraces vencedores del Corso Infantil, cuyos galardones van desde 500 hasta 2.000 bolivianos.
Hoy se celebra el Jisk’a Anata, que comienza a las 09.00, y mañana se ch’allará la plaza San Francisco de la ciudad paceña, a las 12.00.
No hay comentarios:
Publicar un comentario