Un destacamento de personal de la Alcaldía se encontraba cubriendo los distintos accesos al Cementerio General de la sede de gobierno. Por este motivo el acto simbólico se realizó en la avenida Baptista, donde el Pepino se acostó en un ataúd que fue cargado por los participantes hasta la Estación Central, donde se festejó.
Al momento de iniciar el acto, Javier Escalier, presidente de la Asociación, manifestó su deseo de que las fiestas de las carnestolendas unifiquen a la población paceña. Asimismo pidió a las autoridades “que dejemos de lado posiciones y trabajemos para traer la alegría a la ciudad”.
Antes de entrar a su féretro, el pepino saludó a los asistentes. La marcha fue acompañada por banda, bailes y cohetillos de diferentes estilos que anunciaron la llegada del Carnaval. La gente acompañó la procesión con señales de algarabía. También participó del evento la reina del Carnaval de la asociación, Karen Tapia.
Por su parte, el jefe de la Unidad especial de Seguridad Ciudadana, Neil Navarro, informó que la prohibición de la entrada al cementerio responde al pedido de los vecinos. “Ellos reclamaron que estas actividades producen problemas y desastres, por ello solicitaron el apoyo municipal”, dijo.
Por su parte, Cecilia Burgoa y María Beltrán, ambas vecinas de la zona Cementerio, confirmaron la versión. “Cada fin de semana tenemos que aguantar borracheras y ruidos, además es la tercera vez que se realiza este tipo de eventos (el desentierro del Pepino). Cada año se inventan nuevos”, denunció Burgoa. Las vecinas lamentaron que las autoridades no escucharan sus propuestas hasta este año. Sin embargo, Navarro adelantó que se está estudiando la posibilidad de emitir una ley municipal sobre las entradas folklóricas.
Las calles por las que pasó la comitiva también estaban custodiadas por personal municipal. La instrucción era evitar que se realizaran festejos en vía pública e impedir el asentamiento de puestos no autorizados en las aceras ubicadas en el trayecto.
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