Alegre y sonriente, Benjamín Cartagena baila la danza tacanas y guía a sus compañeros en la tradicional entrada folklórica en homenaje a la Virgen de la Candelaria, que se realiza cada 2 de febrero en Rurrenabaque, Beni, y que además conmemora el 168 aniversario de fundación de este municipio.
“Es la danza tacana original. Es la herencia que nos dejaron los abuelos”, dice orgulloso Cartagena, más conocido por los amigos como Hueso. Viste un traje color madera y que luce adornado con plumas y un cuero de tigre. Al ritmo de tambores y sujetando un caimán disecado, Virginia Puma baila la danza los Caimaneros, que representa a todos los cazadores de caimán.
“Estos personajes vivían de esto y cazaban a los caimanes y lagartos para vender sus pieles y mantener a su familia”, cuenta.
Puma, quien es una de las 30 integrantes del grupo del Club de Madres San José, viste un traje de cazador con algunos remiendos y sujeta una escopeta de madera.
Otra de sus compañeras sujeta una canoa, donde guardan un tacú y sal, ingredientes indispensables para secar los cueros del lagarto. En este baile, tradicional del municipio de Rurrenabaque, hay también danzarines que personifican a las esposas de los cazadores.
Concentrados y alegres, más de diez jóvenes sujetan una balsa gigante en la que cargan a una hermosa joven. A su paso sonríen, mueven la cabeza al ritmo de la tamborita y lucen la coreografía de la tradicional danza del Balsero. “La danza del Balsero es una de las más representativas de Rurrenabaque y representa al hombre balsero que es muy trabajador”, dice Mayra Escalante, directora de la Unidad Educativa Obispo Juan Claudel, que en 1998 ha creado este baile regional y es uno de los colegios más antiguos del municipio.
Estas tres danzas son parte de los 26 grupos y fraternidades de la entrada folklórica de Rurrenabaque que se lucen y muestran sus coreografías en el palco oficial, ante la presencia de las principales autoridades del lugar. El Arroz, Los Pescadores, El Melero, Los Toritos, El Sembrador, Amor Tacana, Los Chamas y Los Porteñitas son algunas de las fraternidades más representativas de Rurrenabaque y que en su mayoría sólo se bailan por fe y devoción a la Virgen de la Candelaria.
La morenada presente
Entre las 26 danzas presentes en la entrada, estuvieron dos fraternidades de morenada, Unión Comercial y Transporte Pesado, integradas por más de 100 bailarines. Al ritmo de una morenada, interpretada por una banda de 20 músicos contratados de la ciudad de La Paz, Lucy Choque baila vestida con un elegante traje de chola paceña. Luce joyas y sombrero negro. “Ya vivo cinco años en Rurrenabaque y me siento feliz por bailar por fe y devoción a la Virgen de la Candelaria”, dice Choque, quien además cuenta que su fraternidad sólo se presenta cada 2 de febrero y que está integrada por transportistas, madereros y comerciantes.
No es la única, unas 100 mujeres del occidente bailan y lucen mantas coloridas que fueron traídas desde La Paz. Incluso a pesar del calor, en la morenada Unión Comercial bailan los personajes de osos, pescados y los vistosos achachis morenos.
Según Yerko Núñez, alcalde de Rurrenabaque, este municipio recibe a todas las expresiones culturales del país. “Es un pueblo que recibe a todas las personas con los brazos abiertos y muestra de eso es su entrada folklórica”, quien aplaude entusiasmado al ver pasar la sampoñada, tarqueada, los potolos.
Agachado e igualando el paso de la morenada, Lorenzo Antonio, quien es oriundo de La Paz y vive en Rurrenabaque hace más de 15 años, dice: “Bailamos por la Virgen de la Candelaria y traemos un poco de nuestra cultura (desde La Paz)”, cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario