La Orden de los frailes Siervos de María, que se encuentran a cargo del Santuario del Socavón son los encargados de resguardar la fe de los danzarines del Carnaval hacia la Virgen de la Candelaria, más conocida como la "Mamita del Socavón", pues en realidad hacen las veces de guardianes de las promesas a la Patrona de Oruro.
Esta afirmación se la puede corroborar, pues siempre se encuentran presentes en las actividades previas a la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, como el Primer y Último Convite.
Desde el inicio del recorrido de 4 kilómetros y medio de estas manifestaciones folklórico religiosas, hasta llegar al hogar de la Virgen del Socavón, que se complementa fundamentalmente en el interior de esta infraestructura sacra visitada por propios y extraños, cuando los religiosos, encargados de resguardar las promesas de fe de los danzarines, reciben a todos los conjuntos folklóricos e integrantes de las bandas de música.
El Padre Juan, de procedencia peruana, fue el encargado de escoltar la imagen de la Virgen del Socavón, al comenzar el recorrido del Último Convite, antecedido por monaguillos del Santuario.
Esta actividad, fue casi la última, que este religioso efectuará en la capital de folklore de Bolivia, después de haber permanecido en esta Diócesis por 4 años, porque en realidad en próximos días emprenderá otro trabajo encomendado por Dios, en Buenos Aires (Argentina). El Padre Juan, notoriamente nostálgico, comentó a LA PATRIA, que lo que recordará más de Oruro, será la fe a la Mamita del Socavón.
"Es algo que no se me borrará de la mente, el estar aquí en Oruro fue algo maravilloso y agradezco a Dios por haberme permitido conocer de cerca el amor del pueblo orureño a la Virgen del Socavón", manifestó emocionado el Padre Juan.
Ya en el Santuario del Socavón, luego de recorrer más de 4 kilómetros, los danzarines de los 48 conjuntos folklóricos del Carnaval, encabezados por la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, ingresaron de rodillas hasta los pies de la "Cachamosa" (llamada así por el sacerdote Jairo de Jesús, también Siervo de María), recibidos por el rector del Santuario, Bernardino Zanella, encargado de reafirmar las promesas de miles de devotos de la Patrona de Oruro, mediante 3 preguntas.
La primera, centrada en la importancia de bailar en honor a la Madre de Jesús, por el lapso de 3 años; la segunda enfocada en la necesidad de llevar una vida en paz y amor con el prójimo, sin ningún tipo de rencillas y finalmente la tercera, quizás la más importante, no beber el Sábado de Peregrinación, pues es el acto central de la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, que se fundamenta en la devoción a la Virgen del Socavón.
A estas cuestionantes, los danzarines, muchos con lágrimas en los ojos responden con firmeza "sí aceptó", de esta manera se cierra un ciclo, lleno de fe, elemento que fortalece al Carnaval de Oruro.
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