Los desbordes de los ríos Rocha y Tacata que afectaron a más de 100 familias y arrasaron cultivos de maíz y forraje en la zona sudoeste de Quillacollo, obligaron al alcalde Charles Becerra a suspender todas las actividades del carnaval, uno de los más afamados del valle bajo cochabambino.
La autoridad informó que pidió al Concejo Municipal y la Gobernación, la declaratoria de zona emergencia y desastre al municipio de Quillacollo, por la permanente amenaza que representan los ríos Rocha y Tacata, que inundaron más de 50 hectáreas de cultivos y anegaron viviendas que corren el riesgo de derrumbarse por el remojo de sus cimientos.
Becerra informó que tras un informe técnico, se tomó la decisión de asumir esas radicales decisiones que afectan la tradición, pero que primero estaba proteger y precautelar la vida, seguridad y salud de cientos de vecinos, especialmente de niños y ancianos.
Asimismo, dijo que el informe obligó a las autoridades municipales a declarar zona de emergencia a Quillacollo, y así poder acceder a la ayuda de la Gobernación y Defensa Civil con maquinaria y vituallas.
“Con profundo dolor hemos tomado la decisión de suspender todas las actividades del carnaval, que incluían programas destinados a recuperar la tradición y el orgullo de una fiesta única y singular. Estamos volcando todos nuestros esfuerzos a socorrer a los damnificados, porque primero está la gente y su seguridad, después de verificar el drama que viven en todas las zonas inundadas”, dijo.
BRIGADAS: Según el director de Obras Públicas de la Alcaldía de Quillacollo, Willam Bretón, el Alcalde destacó brigadas de socorro a todos los sectores afectados, y no descansó un solo momento desde la emergencia de los desbordes e inundaciones, especialmente en Sapenco, Cota Sud y Villa Asunción, donde los vecinos viven en medio del agua.
Informó que para desfogar el caudal del río Rocha que está llena de “banda a banda”, se abrió una acequia para el trasvase de aguas a la laguna Cotapachi que se encuentra tras el Calvario de la Virgen de Urkupiña.
Con esa acción se pretende reducir la fuerza de las aguas del río Rocha, que al confluir con el Tacata, provocaron los desbordes e inundaciones.
Bretón precisó que el trasvase de las aguas del río Rocha a la laguna de Cotapachi, formaba parte de una práctica ancestral que se olvidó en pasadas gestiones, tomando en cuenta que la “represa” servirá en tiempos de estiaje y para mejorar las condiciones ambientales de la zona que es visitada por miles de personas.
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