Oh Virgen Santísima del Socavón! Preciosa joya de nuestra cultura e inspiradora de nuestras mejores tradiciones, te ofrecemos nuestras promesas, nuestras plegarias y nuestras danzas”, dice un extracto de una oración a la Virgen María de Oruro, la que recibe todos los años a danzarines, devotos, turistas y vecinos el Sábado de Carnaval.
Es la misma Virgen de la Candelaria, cuyo nombre fue sustituido tras su descubrimiento popular en 1789. Sin embargo, la imagen de la santa fue pintada sobre yeso en la pared de un solar abandonado en las faldas del cerro Pie de Gallo muchos años antes.
Se presume que el encomendero de Paria, Lorenzo de Aldana, haya contribuido a la construcción de la capilla de la Virgen de la Candelaria, cuya llegada se debe a los Padres Agustinos de la época que se habían asentado en Paria, Challacollo y Toledo, circundantes a Oruro.
Según el historiador orureño Josermo Murillo Bacarreza, los españoles entronizaron a la Virgen entre 1540 y 1550. Su coronación oficial sucedió en 1606.
El investigador Fabricio Cazorla recuerda que se supo de su existencia a través de una pintura sobre la Revolución de 1781 de Manuel Florentino Olivares, ahora en la Casa de la Cultura de Oruro.
Cuando en 1789 se descubrió que el Nina Nina, Anselmo Belarmino, le prendía los sábados velas a la santa, para sus fechorías, recién comenzaron las romerías masivas y ese día fue declarado como el de peregrinación en su honor.
Hoy, miles de devotos acuden a ella todos los días, aunque la manifestación más visible se desarrolla el Sábado de Carnaval, con la peregrinación o la Entrada del Carnaval de Oruro. Los danzarines le rinden la promesa de bailar tres años seguidos por ella el primer domingo de noviembre. “Declárase a la Santísima Virgen del Socavón de Oruro Patrona del Folklore Nacional”, dice el único artículo de la Ley 1532 del 12 de febrero de 1994.
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