No por nada lleva el nombre Juventud Diamantes de La Paz. Esta fraternidad tiene razones de sobra para contratar a 20 agentes privados que custodiarán a las damas que ostenten joyas costosas durante la fiesta, explicó el vicepresidente de esta cofradía, Fidel Choque.
Los agentes caminarán junto a ellas en su recorrido y se camuflarán con los espectadores, como una forma de estrategia. “Están vestidos de civil, caminan por los costados, nosotros no tenemos muchos problemas, ellas sí”, dijo Choque.
Sin embargo, no sólo las morenadas contarán con guardias privados, también aquellas que no ostenten accesorios de mucho valor, pues los agentes vigilan que no se infiltren danzarines que no pertenecen a la fraternidad. “Tenemos seguridad privada vestidos de civil, a pesar de que somos la más pobre, contratamos a dos porque cuidamos que no ingresen otros jóvenes”, indicó Juan Miranda, presidente de Negritos del Colegio Nacional Ayacucho.
Marianela Coritza, secretaria de Cultura de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder, informó que los bailarines hacen contratos incluso desde enero, cuando se realiza la recepción social, y durante los ensayos.
Rolando Fernández, del Grupo de Alto Resguardo Intensivo, dijo que sus contratos duran por lo menos 12 horas y custodian a los bailarines hasta en los locales donde realizan sus fiestas; “finalmente nos retiramos con ellos cuando concluye todo. El precio varía de 80 a 130 bolivianos (por persona). Se contrata seguridad privada como hace 10 años”.
Otros con uniformes
José Laruta, pasante de Juventud Rosas Residentes de Viacha Los Legítimos, indicó que cuentan con 15 vigilantes, pero que a diferencia de las otras dos fraternidades, ellos estarán uniformados; “hay joyas de hasta 6.000 bolivianos, hay que cuidar a nuestras mujeres”.
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