La fiesta de La Cruz o el Tinku de Macha se cerró ayer con algunos heridos pero sin muertos
debido a las acciones que están implementando desde los municipios y el Gobierno Autónomo del Departamento de Potosí, según informó el titular de esa institución, Félix Gonzáles Bernal.
El Gobernador estuvo ayer en Macha y evidenció que las autoridades ediles prohibieron el uso de las monteras (cascos de cuero) para evitar las peleas entre grupos y el uso de piedras para herir al contendor.
Un grupo de policías evitó los excesos como las peleas entre grupos que en el pasado degeneraban en verdaderas peleas campales con el uso de hondas que causaban muertos por daño craneal.
Antes del desarrollo de la fiesta, en las reuniones seccionales y de las organizaciones, se recomendó que no fuera un escenario de violencia excesiva y se establecieron normas para ello, lo cual sería un factor para que se ponga coto a la violencia.
Hoy en día el Tinku de Macha es más una expresión cultural en la que se mantienen las normas de respeto y se reduce la violencia a la pelea a puño limpio entre los jóvenes que, de esa manera, rinden culto al Señor de La Cruz y a la Pachamama.
Ayer más de 5 mil personas de las diferentes comunidades participaron en la Fiesta de La Cruz inicialmente con demostraciones artísticas como el baile, los jula julas y las charangueadas.
Cientos de personas llegaron a la localidad de Macha para apreciar el Tinku y departir la gastronomía y cultura de la región que es famosa por las peleas que se protagonizan buscando que la Pachamama quede complacida y otorgue abundantes cosechas.
La pelea entre comunarios se limitó a la del ruedo en la que dos personas se enfrentan a puño limpio ya sea entre varones o mujeres.
Muchas veces una pelea terminaba en trifulca porque algunos de determinada comunidad tomaban partido en el enfrentamiento y la pugna salía del ruedo para trasladarse a las calles y cerros cercanos con uso de hondas y palos.
Hoy en día se busca que el Encuentro (Tinku) sea una expresión de valor y coraje, además de fe y cultura pero no un espacio de violencia ilimitada con muertos y heridos.
Hoy por hoy algunas peleas terminan con heridos los cuales son atendidos inmediatamente en el hospital del pueblo y las cosas terminan allí donde comenzaron, en el ruedo.
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