Ya sea para tener salud, trabajo y bienestar en su vidas, los devotos del Señor del Gran Poder afirman que cuando uno pide, Él escucha porque es “muy milagroso” con su gente.
Las historias de milagros que hay en Chijini son miles. Rescatamos sólo algunas. El caso de Juan Miranda, de la Fraternidad Negritos del Colegio Nacional Ayacucho, que cuenta que logró salir de un estado de coma, que lo mantuvo en cama por 12 días en el hospital Arco Iris, gracias a sus oraciones. Es por ello que tiene una imagen del Gran Poder en su casa, a la que no le faltan velas prendidas como forma de agradecimiento por devolverle la salud.
En otros casos, el patrono curó enfermedades y permitió unir más a las familias. Los fraternos entrevistados dicen que para la entrada, este 2 de junio, expresarán su devoción de distintas formas, pero especialmente le agradecerán por los favores recibidos.
Víctor Hugo Cárdenas
Sanó de un mal intestinal; pide por sus hijos
M. V. - Hace aproximadamente dos años y medio, el exvicepresidente (1993-1997) Víctor Hugo Cárdenas sufrió una infección intestinal que lo dejó en cama durante cuatro días. Su médico le dijo que tenía salmonelosis.
Pero, este mal se complicó; los medicamentos que le administraron no lograron curarlo. “Me serví algo de comida en la calle, y al día siguiente empezó a molestarme (mi estómago), las medicinas óptimas no funcionaban”, recordó Víctor Hugo Cárdenas.
Así, con su familia y su médico se encomendaron al Señor del Gran Poder, y el problema se resolvió positivamente, sin cirugías ni más complicaciones.
En las siguientes semanas tuvo algunas secuelas, pero fueron subsanadas con una dieta especial. “Sabíamos que Él era bastante milagroso y los especialistas se quedaron sorprendidos”.
Cárdenas, de la Fraternidad Señorial Illimani, tiene tres razones para bailar morenada: la fe que le tiene al Tata, el compromiso de apoyar el desarrollo de la cultura y el compromiso con su fraternidad.
Cárdenas estará presente este 2 de junio, día de la entrada. Agradecerá, aunque en esta oportunidad, además de salud, también le pedirá al patrono que ayude a sus hijos en sus estudios y que “los bolivianos podamos convivir con menos conflictos y más acuerdos”. “Bailo en provincias desde mis 18 años, y en la ciudad hace más de 20, ya tengo 60 y le agradezco bailando”.
Patricia Quisbert
pidió por su madre; ella vive a su lado
E. O. - La madre de Patricia Quisbert tenía la salud deteriorada. Durante unos diez años padeció diferentes enfermedades que la postraron en cama y la convirtieron en una asidua paciente de los hospitales. Hubo un tiempo en que estuvo mal de la vista, también le molestó la vesícula, y después una nueva afección corporal la tumbó en la cama. Se llegó a temer lo peor.
“Yo sólo le pedí al Señor Jesús del Gran Poder que me permita vivir con mi mamá y que ella no me abandone”. Fue el año pasado que Patricia hizo la plegaria y tiempo después su mamá superó sus dolencias. “Dios me ha escuchado y ahora estoy feliz”, explicó la fraterna de la Señorial Illimani.
Con su experiencia, ella da fe de que el Tata de Chijini es “milagroso realmente” y que se debe acudir a él con bastante fe.
Patricia participa de las misas y de las ofrendas que su fraternidad organiza para el patrono. Su fe católica crece, aunque su devoción por el santo viene de la niñez, ya que ella recibió su primera comunión en el templo de Chijini.
Durante los días previos a la entrada, Patricia es una de las más entusiastas. Además de ser bendecida por el Señor Jesús del Gran Poder, ella encontró una amistad inquebrantable en sus compañeros de la Señorial Illimani. “Me siento a gusto con ellos y no pienso irme a otra agrupación, no es como cambiar de equipo de fútbol, esto es algo más importante”.
Victoria Zegales
viene desde Chile, donde halló empleo
M. V. - Sin importar la distancia, Victoria Zegales, integrante de la Fraternidad Juventud Diamantes de La Paz, estará cada año bailando para el Señor del Gran Poder “que es muy milagroso y poderoso con sus fieles”.
“Soy padre y madre para mis hijas e independiente”, dijo orgullosa el domingo 27, cuando se realizó la Promesa al Tata. Ese día lució joyas y vestimenta cuyo monto prefiere no revelar.
Hace una semana que está en la ciudad; vive en Calama, Chile, porque encontró trabajo en una empresa en la rama de informática y redes.
“Me fui hace seis meses por estabilidad laboral, ya que debo darles buena educación a mis hijas de nueve y diez años, ellas también viven conmigo allá. Lo que siempre le pido es salud para mí, mi familia y mis hijas, soy el pilar de ellas y el Señor me lo ha cumplido hasta hoy, le agradezco”, manifiesta Zegales.
Para mañana lucirá, junto a otras danzarinas, una pollera, blusa, manta y zapatos que ninguna otra fraternidad tendrá, todo será nuevo, afirma. “Es otro traje nuevo, desde el zapato hasta el sombrero, todo cambia, todo evoluciona”, menciona mostrando sus anillos de oro, además de otros accesorios como aretes y un maquillaje combinado, acompañado de uñas acrílicas con diseño.
Su pedido al Señor será el mismo: salud y trabajo. Ese fue también el agradecimiento que le dio cuando rezó a sus pies en la Promesa. “Volveré cada año”, asegura.
Óscar Maldonado
bailará mientras tenga vida y salud
E.O. - Ya van tres años seguidos que sucede lo mismo. Óscar Maldonado debe retornar a su lugar de trabajo, en un poblado potosino, pero acaba quedándose en La Paz para la fiesta en honor al Señor Jesús del Gran Poder.
“El año pasado y el anteaño, por estas fechas, cuando pensaba que iba a volver a trabajar, estaba con pena. Pero siempre se me presentaba algo y me quedaba”, cuenta el ingeniero, que ya lleva bailando para el patrono cuatro años seguidos. “He cumplido mi promesa, además de un año de yapa”, sostiene.
Antes, él miraba la festividad de reojo; sin embargo, sintió la necesidad de tener la ayuda divina para que su vida siga por la senda que él emprendió.
Explica que los éxitos que ha logrado son una mezcla de trabajo y ayuda celestial. “El Señor del Gran Poder te da bendiciones y todo lo que pasa en tu vida es cuestión de fe; pero si no haces nada por ayudarte, entonces es imposible que te vaya bien”.
En el pasado, Óscar no se animaba a participar en el evento; sin embargo, los amigos de su facultad le insistieron para que sea parte de la Fraternidad Cocanis de Oruro y él participa en el bloque Diamantes. Con ellos, aumentó su devoción por el Tata y hoy en día es su fiel seguidor.
Dice que desea seguir danzando para el patrono porque, como dice la morenada, mientras tenga vida y salud él seguirá bailando la morenada.
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