Desde ayer, el Señor Jesús del Gran Poder, que luce imponente en la iglesia del mismo nombre, viste un manto color blanco y una túnica del mismo tono con bordados y aplicaciones doradas. “Tal como luce el hijo de Dios”, aseguró el preste mayor de la Entrada del Gran Poder, Felipe Quispe.
“Mi esposa (Sofía de Quispe) y yo decidimos que el Señor vistiera de color blanco y oro, porque el blanco significa pureza, sabiduría, y el oro es la riqueza que tiene el Señor”, sustentó.
En la parte interna el manto tiene bordados de color plata. La túnica tiene un bordado con forma de corazón que destaca.
La artesana Nora Paredes fue la encargada de confeccionar la prenda. “La tela es americana y los bordados tienen hilo de oro”, acotó Quispe.
La tarde de ayer, el Señor cambió de ropa. La familia Quispe y sus acompañantes encabezaron una ceremonia religiosa, tras la cual cambiaron las prendas, las que permanecerán hasta el próximo año.
Sahumerios, oraciones y cánticos matizaron la ceremonia. Después de ponerle ropa nueva, los devotos limpiaron el rostro y las manos de la imagen, y peinaron su cabello. “Debe verse bien para su fiesta”, dijo Quispe.
Hay una imagen pequeña en la iglesia -ésta es llevada en brazos por los prestes- que fue motivo de las mismas atenciones.
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