La fiesta que nació en el barrio 16 de Julio de El Alto, una de las zonas más antiguas de esta ciudad, por su devoción a la Virgen del Carmen, la patrona de esa urbe, volvió ayer a reeditar el éxito de anteriores años con la majestuosa Entrada Folklórica que reunió a más de 60 fraternidades estables; entre pesadas, livianas y autóctonas.
La euforia, alegría y la música se extendieron por unas 30 cuadras, desde las inmediaciones de la Universidad Pública de El Alto hasta la plaza Libertad, en la populosa zona 16 de Julio.
Todo comenzó con una eucaristía celebrada por el obispo de El Alto, Jesús Juárez, para luego dar rienda suelta al ingreso de las fraternidades, que fueron realzadas con la presencia del alcalde alteño, Édgar Patana, y las demás autoridades ediles.
Sin duda, una de las agrupaciones que le dio brillo fue Chacaltaya 97.16, la más grande de Bolivia, con 2.500 bailarines, además de una fraternidad que llegó de Santa Cruz con una danza de esa región oriental.
La mayoría de los protagonistas de esta fiesta fueron los comerciantes y transportistas, donde el preste mayor estuvo a cargo de Eugenio Yujra. A diferencia de la Entrada Folklórica del Gran Poder, las fraternidades participaron con varias bandas, una para mujeres y otras para los hombres.
Esta fiesta se prolongó hasta pasadas las 21.00 de ayer.
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