Más de 15 afiliados al Sindicato de Comberos de la zona de Urkupiña, en La Paz, ubicada cerca de la avenida Periférica, extrajeron enormes piedras de los ríos Itapallani y Muluyo para que sean quebradas entre hoy y mañana por los creyentes que visitan el templo de la Virgen de Urkupiña y del Señor del Río.
Después del ritual de extracción, los fieles toman “prestadas” las rocas con la promesa de que las regresarán el próximo año. Luego realizan una peregrinación en busca de los milagrosos favores de la Virgen.
Manuel Vallejos, quien cuida el templo desde hace 18 años, señala que, cada año, en el barrio tiene lugar una réplica de la fiesta en devoción a la patrona de Urkupiña de Cochabamba.
“El sábado se realizó la entrada folclórica y el martes se iniciará la peregrinación y la extracción de piedras, además de la feria de miniaturas, como la de la Alasita”.
La tradición. Desde ayer, algunos de los vecinos de la zona, con combos y cinceles en las mano, bajaron al lecho del río Itapallani y eligieron las piedras más grandes y las ordenaron en grupos de 15.
“Son los comberos. Ellos, mañana, van a fletar sus herramientas a los creyentes por cinco, ocho y 10 bolivianos, por eso están alistando las rocas”, afirma Manuela Quispe, vecina de Urkupiña y comerciante de productos en miniatura en la festividad.
Doña Manuela asegura que los pedidos realizados a la Virgen de Urkupiña y el Señor del Río se cumplen. “La gente viene a la iglesia a pedir terrenos, casas o autos y, después de cada promesa, regresa al siguiente año y dice que sus deseos se cumplieron”.
A su turno, el vicepresidente de la junta vecinal de Urkupiña de La Paz, Juan Paredes, relata que la fiesta patronal comenzó el viernes pasado con una verbena, y prosiguió el sábado con la entrada folclórica, en la que participaron dos grupos de morenos, y el domingo con la diana.
“Estamos de fiesta toda esta semana. Mañana (hoy), los feligreses van a romper piedras y se las llevarán y cuidarán como si fuera dinero”.
Carlos Callisaya, devoto de la Virgen, señala que si una persona cree en las rocas quebradas como si se trataran de dinero real, podrá comprar el auto, la casa o los artículos que necesita.
“Hace dos años que vine y la mamita me concedió un negocio de abarrotes y me compré un auto. Cada año vengo por mis piedras, y gracias a ellas no me falta dinero ni trabajo”.
La historia. Según el relato de Manuel Vallejos, la fiesta patronal comenzó sobre el río Muluyo, debido a que un 15 de agosto de 1970, Raúl Calderón, quien trabajaba con una topadora, encontró un piedra que se partió en dos. Para su sorpresa, y en ambas partes, apareció la imagen de Cristo, a la que los vecinos llaman el “Señor del Río”. Fue así que nació la devoción por la imagen encontrada en ese sitio.
A principios de los años 80, la piedra partida se asoció con la fiesta de la Virgen de Urkupiña en Cochabamba y de ese modo se estableció esta tradición, que es reciente.
1 semana duran los festejos en devoción a la Virgen de Urkupiña y el Señor del Río en la zona, según un dirigente.
“La zona se hizo conocida por la fiesta de urkupiña”. El presidente del barrio Urkupiña de La Paz, Wilfredo Figueroa, destacó que la zona se hizo conocida por la fiesta patronal que se realiza cada 15 de agosto desde hace más de 20 años.
“Antes, nadie sabía de la existencia del barrio, ni los taxistas querían trasladarnos, era muy difícil. Pero, gracias a las actividades, el vecindario alcanzó popularidad y ahora vienen turistas y personas de otras zonas para visitar la iglesia de Urkupiña”.
Las mejoras. Figueroa señaló que en los años 80, el único santuario de la zona estaba construido sobre 12 metros cuadrados, pero, con el tiempo, los vecinos edificaron otro templo de mejores características.
“Antes, la iglesia era de adobe, pero se hizo acción comunal y ahora tenemos una más grande y moderna”.
En el templo está una réplica de la Virgen de Urkupiña y la imagen del Señor del Río.
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