La Anata Andina no es solo una fiesta que se la celebra los días del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, sino que es un fenómeno folklórico y tradicional de los pueblos indígena – originarios, que con el tiempo se convirtió en la máxima expresión cultural de las provincias del departamento.
Para desarrollar esta fiesta se deben entender muchos aspectos etnográficos y simbólicos, que hacen la esencia misma de la celebración que desde el acullico hasta el baile, desde la vestimenta hasta el ritual.
ANATA
La Anata tiene su significado de la relación recíproca con la Pachamama o Madre Tierra y los demás seres supremos de la cosmovisión andina, cuyo origen está en el espacio y el tiempo de la globalidad existencial de las naciones originarias de Bolivia, aymara, quechua, tupi guaraní, urus y otros.
Anata es un término aymara cuyo significado es juego y alegría, en relación directa con la naturaleza. En quechua Anata significa Ph’ujllay.
La anata se realiza en febrero, en el tiempo del jallupacha o época de lluvia, para evaluar el desarrollo de la producción agrícola. La Anata Andina, es el vínculo espiritual de agradecimiento a la Pachamama, pero por lo general siempre se toma en cuenta como una actividad de la Obra Maestra, que ya tiene su propio público y expectativa.
Por ello, para revalorizar la identidad cultural del mundo andino, la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Oruro (Fsutco) organiza desde 1993, la entrada que era conocida en principio como la Anata Andina, sin embargo, con los años esa denominación cambió por "Anata Andino", que es interpretada como el juego o alegría del altiplano boliviano, expresada a través de danzas y música autóctonas.
Esta fiesta se realiza todos los jueves de comadres, dos días antes del Sábado de Peregrinación hacia la Virgen del Socavón, en la que participan delegaciones de las 16 provincias del departamento de Oruro y conjuntos autóctonos del interior del país.
Un día antes de la entrada, los yatiris (brujos), practican el ritual de la wilancha, que es el sacrificio u ofrenda de ganado que se entrega a la Pachamama.
Ese tipo de rituales a veces se realizan con sadismo, porque se degüella a la llama y el yatiri saca con su mano el corazón del animal, para ch’allar con su sangre la tierra.
Se efectúa el akulliku (masticar la hoja de coca en grupo) y se acompaña con alcohol para completar el ritual.
En la entrada se muestra la variedad de música autóctona, como la tarqueada, moseñada, sicuri, lichiguayo, pinquillada y otras propias del altiplano. La ruta es la misma del Carnaval de Oruro, cuya extensión es de más de tres kilómetros. El escenario central, es la Avenida Cívica, donde los distintos conjuntos autóctonos realizan sus demostraciones y muestran sus rituales, en señal de reciprocidad a la Pachamama.
LA FIESTA
Los danzantes lucen sus mejores galas originarias durante la entrada que se realiza por las calles de la ciudad. Existe una simbiosis entre lo nativo con lo mágico del mundo Andino para expresar ese sentimiento de agradecimiento, donde el alcohol se convierte en el "elixir" favorito para pasar todo un día de celebración.
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