El presidente del Concejo Municipal de Quillacollo, Gilmar Terrazas Vera, dijo que urge la evaluación interinstitucional de la fiesta de Urkupiña 2012 en sus facetas folklórica, religiosa, económica y turística, así como un informe detallado del Ejecutivo de los gastos que demandó su organización y el monto recaudado por concepto de venta de sitios durante los días de fiesta.
“Al margen de la evaluación e informes ineludibles que debe presentar el alcalde Charles Becerra a la sociedad y el Concejo Municipal, lo que se impone es la organización de Urkupiña 2013 debido a que la tendencia de la fiesta es su crecimiento y hace falta asumir acciones estratégicas para atender la masiva presencia de peregrinos y turistas”, agregó.
Dijo que después de esta nueva experiencia de Urkupiña 2012, urge asumir medidas radicales que posibiliten la refundación de la fiesta para su proyección nacional e internacional a través de una promoción más organizada y agresiva aprovechando el apoyo del Gobierno y Boliviana de Aviación (BoA).
Según Terrazas, la fiesta de Urkupiña dejó de ser una curiosidad religiosa, antropológica y sociológica para convertirse en un gran fenómeno mediático que ayudó a su proyección internacional que debe ser atendida para evitar una posible decadencia por falta de una buena organización.
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