Es así que ayer mostró una de sus innovaciones, cuyo traje es "jaspeado" con gris sobre el blanco que predomina en la vestimenta de oso, que es uno de los personajes pintorescos de la danza de la diablada y que según la tradición, éste personaje se encarga de abrir paso entre la multitud para que pasen las huestes infernales.
Don Mario comentó que el traje de oso consta de un overol entero, lleva los guantes más las uñetas, los zapatones más las uñetas y la capilla en la parte posterior, además de la careta que está completamente adornada no solo con lentejuelas o piedras de color, sino también con luces secuenciales, en caso que el danzarín pertenezca a una institución que ingresa durante la noche, como la Diablada Ferroviaria o la Diablada Artística Urus.
El bordador, que pertenece a la tercera generación de artesanos de su familia, manifestó que los trajes son elaborados con tela de peluche, material moderno que reemplazó al tradicional cuero de oveja o llama que era la materia prima para la confección de este traje.
"Para este Carnaval estamos haciendo trajes de oso para diferentes diabladas, como la Diablada Oruro, Diablada Ferroviaria y la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada. Son pedidos de los clientes y de acuerdo a los colores que exigen", explicó.
Argumentó que un poco se estilizó el traje del oso, porque lo original del Carnaval de Oruro, es el traje del oso Jukumari, sin embargo, se hacen diseños para hacerlos más atractivos.
Respecto a los costos, el más caro tiene un valor de 700 bolivianos, que consiste en un traje listo para estrenar, mientras que el de segunda salida tiene un valor de 300 bolivianos.
Don Mario trabajó durante todo el año, principalmente en los diseños y antes de la Navidad, comienza con la confección de los trajes para tenerlos listos antes del Carnaval.
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