“Este año sacamos las cajas de cerveza de la marca Cordillera. Cada botella mide tres centímetros”, afirmó Alejandro Aguilar, quien recuerda que estos productos se introdujeron al mercado hace cinco años “con buenos resultados”.
Contó que “la gente que pasa preste es la que más los busca, porque no quieren que falte trago en sus recepciones, por eso en la fiesta de la miniatura (24 de enero) también hacen ch’allar o bendecir las cajas de cerveza y los tragos”.
El costo de la docena de las cajas de cerveza es de 40 bolivianos y sueltas cada una vale cinco bolivianos. En cambio, las botellas de 11 centímetros, que contienen líquido que no es cerveza -según Aguilar- se venden sueltas y valen ocho bolivianos.
Además de Cordillera, hay miniaturas de cerveza Paceña, Huari, Cusqueña y Quilmes; también de bicervecina El Inca y Maltín.
Otra de las vendedoras, Carla Monasterios, destacó que no sólo hay cervezas, sino también whisky, singani y ron.
“Tenemos de todas las marcas, desde la más común, como Challenger, hasta la más fina, como Johnny Walker”, dijo.
Cada botella cuesta diez bolivianos, pero si la persona quiere con su copa y charola, el precio sube a 12 bolivianos.
Aguilar comentó que otra de las novedades para este año son las gaseosas, las que ahora vienen más gordas. “Son como las botellas familiares, las de dos litros y medio o tres”.
Entre las gaseosas que salieron a la venta están Coca Cola, Fanta, Sprite e Inka Cola.
El artesano contó que para la feria de las mayoristas, que concluirá mañana, trajo a la venta 500 docenas y que hasta ayer ya sólo le quedaban 50.
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