Las autoridades de las principales instituciones consideraron pertinente una inmediata evaluación del pasado Carnaval de Oruro 2013, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, para planificar de mejor forma el desarrollo de la fiesta el próximo año.
La alcaldesa municipal, Rossio Pimentel, afirmó que es importante “hacer una evaluación concreta, para saber los defectos y virtudes del Carnaval, cómo debía planificarse y qué es lo que deberíamos hacer las instituciones del departamento, para mejorar cada vez el más grande espectáculo de los bolivianos”.
El Carnaval de Oruro recibió, según informes preliminares, 400.000 turistas nacionales y extranjeros y no hubo espacio en los hoteles de la ciudad. Varias viviendas particulares fueron habilitadas para el hospedaje de los turistas y también para los danzarines que llegan de las ciudades de Santa Cruz, Tarija, Sucre, Cochabamba y La Paz.
La evaluación será programada por la Alcaldía Municipal, para los próximos días, de modo que los datos obtenidos no se pierdan en el tiempo. Se invitará a la Asociación de Conjuntos del Folklore y al Comité de Etnografía y Folklore, pero al mismo tiempo a la Universidad Técnica de Oruro, para comparar los datos obtenidos el 2012 y los que han sido recolectados el 2013.
El Comité de Etnografía y Folklore advirtió ayer que durante el Carnaval de Oruro se ha podido apreciar la distorsión de los trajes y uso indebido de música foránea, especialmente en los conjuntos de caporales. “Incluso se ha podido apreciar cumbias transformadas en ritmo de caporales”, afirmó su presidente, Mauricio Cazorla.
Dijo que su informe es preliminar, pero que será socializado con los miembros del Comité de Etnografía y Folklore, en una próxima reunión, de modo que se puedan intercambiar datos, para emitir un criterio general sobre el pasado carnaval.
“No se ha hecho caso de las recomendaciones que hemos planteado en el Carnaval del 2012. Se siguen cometiendo los mismos errores del pasado y se ha hecho uso indebido de los emblemas nacionales en la vestimenta, especialmente los colores de la bandera de Bolivia”, afirmó Cazorla.
Las calles de la ciudad volvieron ayer a la normalidad. Los equipos técnicos de la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro empezaron a desarmar las graderías, especialmente alrededor de la plaza 10 de Febrero, avenida Cívica y la avenida 6 de Agosto, que durante el Carnaval, se convierte en la avenida del Folklore.
Los técnicos de la Municipalidad recogían los adornos colocados en la ruta del Carnaval, al igual que las pasarelas que han logrado resolver el paso de peatones especialmente en la avenida 6 de Agosto. Sin embargo, un conflicto que no pudo ser resuelto ha sido el tráfico vehicular, ya que la ciudad fue dividida en dos y no había forma de circular de Sur a Norte y de Este a Oeste.
La ruta del carnaval ha crecido notoriamente y también ha provocado congestionamiento de motorizados, a pesar del esfuerzo que hizo el personal de Tránsito, para garantizar el flujo de vehículos, especialmente alrededor de la Terminal de Buses. No existen pasos a desnivel, para la temporada de la fiesta.
Las labores educativas se desarrollaron con regularidad, pero aún se notaba un vacío en el tráfico vehicular, después de los cuatro días del Carnaval de Oruro.
A pesar de haber terminado el Carnaval, a partir de la fecha, se siguen las tradiciones con la ch'alla a las imágenes pétreas, como el sapo, la víbora, los arenales (que eran hormigas) y el lagarto en Cala Cala, consideradas en las leyendas de Oruro, como las “cuatro plagas que querían invadir esta ciudad, pero una Ñusta (la Virgen del Socavón) hermosa los convirtió en piedra.
Centenares de personas acuden desde el miércoles de Ceniza a esos sitios para cumplir las ceremonias costumbristas. También se visita la imagen pétrea de El Cóndor, que está considerado como una deidad.
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