La larga despedida del Carnaval cochabambino va llegando a su fin y esta agónica partida tuvo lugar este fin de semana en al menos cinco manifestaciones culturales en las que los habitantes del valle continuaron los disfraces, los bailes, las coplas, el juego con agua y el consumo de alcohol.
En la capital del departamento fue donde se registró la mayor cantidad de eventos, que fueron encabezados por el tradicional Corso de la zona sur, que se realiza cada año un fin de semana después al que se emplea para el Corso de Corsos.
A diferencia de las gestiones pasadas en esta versión no se observaron los cotidianos desfiles transgénero en el que hombres ridiculizaban con sus disfraces a mujeres de pollera o a embarazadas, debido a que una ordenanza municipal prohibió este tipo de prácticas por considerarlas agresivas e insultantes.
Desde la Oficialia Superior de Cultura de la Alcaldía se controló que esta nueva normativa no fuera vulnerada y en este Corso se vio más alegria juvenil con muchachos que volvieron a disfrazarse de antiguos personajes del Carnaval como el tradicional pepino paceño o como personajes de la serie televisiva de los años 70, El Chavo del Ocho. También hubo personajes más modernos como los Wachiturros, o los Nenes Guasones. El juego con agua también estuvo controlado por la policía municipal y si bien hubo muchas ‘mojazones’ éstas se realizaron con chisguetes y no con globos.
El punto negativo de la celebración en el sur fueron los baches entre una comparsa y otra, que tuvieron más de un kilómetro de distancia. Además de este evento, en el Cercado también hubo la cacharpaya del Carnaval, en la avenida Guayacán, cerca del campo ferial; unos takipayayanakus en el retén del parque Tunari; y otra celebración de carnestolendas en la comuna Itocta.
Otros municipios también tuvieron sus despedidas del Carnaval, como los pioneros en la producción de durazno en el valle alto, San Benito y Arbieto, que lograron una convocatoria tan alta que cerca al medio día la carretera antigua a Santa Cruz tenía una fila de más de cuatro kilómetros de vehículos intentando pasar por la tranca.
En Arbieto, la celebración contó con altas autoridades de la Gobernación, como la Secretaria de Desarrollo Humano y el Secretario General, pues el Carnaval se cerró con las coplas interpretadas por los Kjarkas,
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