“Si entendemos el ritmo como la división del tiempo en el que se desarrolla la música, uno de los componentes básicos de esta manifestación humana, y consideramos que la pulsión vital está marcada por el ritmo de los latidos del corazón, que no son otra cosa que la división del tiempo de desarrollo de la vida”, dice el comunicador Marcelo Guardia en el artículo ‘Descorporización de la producción musical y reintegración de lenguajes’ en el que resalta la importancia que tiene la producción musical en la vida humana
Tras esta explicación es importante recordar que las coplas cantadas por voces femeninas son la escencia del Carnaval cochabambino y la tradición más antigua de este festejo, según coinciden el arqueólogo Wálter Sánchez, la socióloga Tania Suarez, el antropólogo Wilfredo Camacho y la escritora Gaby Vallejo, quienes aseguran que es una costumbre prehispánica que no se practicaba solamente en el Carnaval.
“Las coplas son parte de algunos poemas que se tenían en la época preincaica, como la kashwua y el wawaki que se cantaban en esta época para cuidar los frutos y los productos naturales”, dijo Suarez, quien hizo la investigación: ‘Encarnación de lo popular en el verso valluno’, que estuvo inspirada en la coplera Encarnación Lazarte, que fue la primera artista que grabó musica folklórica boliviana, incluso antes que los Kjarkas.
Según la investigadora social, durante esta época por las noches las mujeres cantaban unos versos en quechua y los hombres respondían otros.
“En el área rural, las coplas tradicionalmente son cantadas por las mujeres y si hay varones que canten, tienen que hacerlo con falseste, porque se supone que la copla es para la mujer y que el hombre sólo acompaña con los instrumentos”, dijo la sociologa.
Explicó que “esta creencia está muy determinada porque se dice que el canto de las mujeres es el que va a mover la vida, porque ella es la representante de la Pachamama. Por eso, la mujer es la que tiene la voz preponderante en la copla”.
Tania Suarez sostuvo que esta regla en la ciudad de Cochabamba ha cambiado pues “la parte sexual se ha hecho mucho más manifiesta, porque si bien en el campo también está, en realidad se la presenta de una forma mucho más bonita, es decir, lo dicen sin decirlo y en este juego también participan el tono de la voz con la que te cantan, la mirada, los gestos, no es una cuestión que se reduzca solamente a la letra”.
Si bien en diferentes países y ciudades de Bolivia se hacen coplas, tanto Suarez, como los otros expertos explicaron que la característica de la copla cochabambina es la forma en la que se presenta, pues explicaron que esta tradición musical nos acompaña a lo largo del año.
“Las coplas se inician en la época de Todos Santos y está acompañada siempre por San Andrés. Luego se realizan en Carnaval y terminan en la Pascua, cerca a abril. Continúan en mayo durante Santa Vera Cruz y terminan con Espiritu, que se celebra a finales de junio ”.
Suarez explicó que las coplas que se cantan en toda la gestión van dedicadas a la naturaleza, al entorno y a las cosas que no les gustan, pero las coplas del Carnaval, se caracterizan por la algarabía y la dualidad típica de las culturas originarias de Bolivia.
“En esta época del año las plantas tienen sus frutos y la gente se pone igual de feliz y jolgoriosa, y presentan las cosas así, con mucha alegría”, sostuvo.
Explicó que la diferencia de lo que ocurre entre esta época y Santa Vera Cruz tiene que ver también con el ciclo agrícola, pues es en mayo la época en la que se cosecha, razón por la cual es la temporada de hacer los intercambios.
“El templo de Santa Vera Cruz está ergido sobre lo que antiguamente era una waca (sitio sagrado) donde se hacían rituales para la producción que consistían en que cada persona llevaba lo mejor de su cosecha para agradecer y allí se intercambiaban semillas”, dijo. Agregó que “Esta costumbre continúa hasta hoy con el intercambio de wawitas de marlo, vela o muñecas, que son dejadas por las mujeres que tienen muchos hijos, y son recogidas por las que no han podido procrear y quieren tener un bebe”.
Estas explicaciones se formularon en el Conversatorio: Coplas y Sabores del Carnaval Cochabambino, que fue organizado por el Museo Arqueológico de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y la Oficialía Superior de Cultura de la Alcaldía del Cercado, que se realizó el miércoles pasado en la Casona Santivañez. Contó con la participación de las principales copleras cochabambinas, como Encarnación Lazarte y Betty Veizaga, quienes intepretaron lo mejor de su repertorio.
En el evento, Wilfredo Camacho explicó que el Carnaval actual en la ciudad, se convirtió en una celebración “consumista, erotisada y antiecológica, en la que se desperdicia agua y se genera basura con serpentinas y mixtura”.
La escritora Gaby Vallejo, resaltó que el cochabambino es “un Carnaval globalizado con influencia de la samba, las mascarás italianas y la cumbia colombiana”.
HISTORIA
ANTES DEL 52 NO SE PODÍA COPLEAR
El ícono de las coplas cochabambinas,Encarnación Lazarte, no sabe leer ni escribir y no habla en castellano. Recuerda que antes de la revolución de 1952 a los indígenas no se les permitía cantar en voz alta y lamenta que en la actualidad estos cantos se hayan vanalizado para ser comercializados. Mama Encarna, como se la conoce intimamente, recuerda algunos pedazos de su vida para los lectores de Los Tiempos.
¿Cuándo empezó a coplear?
He empezado tarde como a mis 27 años en una fiesta de Santa Vera Cruz.
¿Por qué no cantaba antes?
Cuando era jovencia he empezado a cantar, de pequeña no. Cuando era joven no más. Desde mis 20 años canto y desde mis 27 grabo discos. Antes de esa época yo he vivido con las roscas. Teníamos patrones. Mis papás trabajaban en la hacienda para los hacendados. No viviamos en el centro de Cliza, en esa época la hacienda quedaba en el borde.
¿En la hacienda cantaba?
No. Cuando llegó la Reforma Agraria antes de 1952 no teníamos derechos ni a aprender a leer ni a escribir. Nosotros solamente eramos analfabetos. después de que ha llegado Víctor Paz Estenssoro recién hemos podido empezar a cantar. Desde que ha entrado el presidente Barrientos es la época en la que yo he podido empezar a cantar, porque antes no se podía ni cantar. Ahora el presidente Evo Morales ha traído las escuelas para que las personas mayores que no hemos aprendido a leer ni a escribir ahora si podamos aprender.
¿Usted ha aprendido a leer y escribir?
No. Sólo mi nombre he aprendido a escribir. No me he presentado para aprender a leer ni a escribir porque ya soy mayor y ya no me sirve para nada.
¿Cómo hace sus canciones?
Así no mas me sale. Me inspiro en el momento y me nace en ese momento.
¿Qué opina de los cantantes de coplas de ahora?
Actualmente, las cholitas que cantan mezclan el quechua con el español y no se entiende lo que dicen, no es claro. Mientras que otros músicos cantan para ellos no mas, cantan para vender no mas, en cambio mis coplas son para alegrar a la gente y tienen más sentimiento.
Las coplas hablan de sexo, pero no tienen morbosidad como las que hacen aquí en la ciudad, sólo insultan.
OPINAN LOS EXPERTOS
NO MORIRÁ EL CARNAVAL INDÍGENA
Gaby Vallejo, escritora
“A mi me parece que antes el Carnaval tenía un sabor más criollo, más castizo, diríamos más nuestro, tanto por las entradas de antaño como por el tipo de representaciones simbólicas que la gente hacía. Ahora por la globalización se han incorporado muchos elementos que no son nuestros, lo que nos demuestra que somos un ejemplo de interculturalidad no sólo de nuestro circuito, sino con el mundo entero, porque hay muchos elementos de los espacios que tienen fama a nivel mundial Tenemos representaciones que nos hacen pensar en el afamado Carnaval de Venecia, también en el Carnaval del Brasil, un poco también del más famoso Carnaval de Colombia, que me parece que es el de Barranquilla, por eso es que en Cochabamba son tan duraderas las entradas, porque se han internacionalizado las fiestas.
A pesar de eso podemos estar seguros de que la escencia de lo nuestro se mantiene porque somos una cultura fuerte, que ha soportado toda la conquista y que todavía se mentienen nuestros grupos de danza que esparcen nuestro folklore y también se mantienen nuestras coplas carnavaleras y los contrapunteos en los cuales se dicen poemas y se responden.
Nuestras tradiciones son muy fuertes y alegres en el ámbito urbano, pero también se mantienen en el área rural, en el que el Carnaval si bien se parece al de la ciudad, tiene sus propias características y podemos ver un signo de la fuerza de nuestras culturas indígenas que se posesionan cada vez más en el espacio de los otros, en este caso se puede observar que la ciudad de Cochabamba está practicamente colonizada por las tradiciones indígenas, que tienen mucha fuerza y nos demuestran que en Bolivia no morirán nunca las del Carnaval indígena”.
ANTES ERA ESPIRITUAL AHORA ES CARNAL
Wilfredo Camacho, antropólogo
“Es profunda la diferencia entre los festejos que se hacían en el pasado y los actuales. El Carnaval ancestral está situado en el calendario agrícola, dentro de la cosmovisión andina y nos referimos a ello, porque nuestros abuelos en esta época, entre febrero y marzo, celebraban el Parai Pacha, que es la época del la lluvia, la época húmeda que se refiere especialmente a la mujer, porque concebían a la mujer como un símbolo de fecundidad y concepción. Por eso, en esta época, se preparaban para celebrar una fiesta muy grande en regocijo por los frutos que se iban cosechar. Preparaban un ritual con una k’oa para agradecer a la Pachamama por la cosechas que se realizaban y en torno a ello se eregía una Pucara en honor a la Kiwicha, que era el señor de la fecundidad. Con la k’oa se van impregnando todos los frutos que van a cosechar, pueden ser tunas, choclos, tomates, etc. Luego se ofrenda la mesa a la Pachamama para pedirle que no haya granizadas ni inundaciones, para que la siembra tenga un feliz término.
Luego de la k’oa se pasa a la festividad que implican las coplas, en las que los jóvenes ataviados con su mejor vestimenta participan en las pandillas que corretean cuadras y más cuadras. Las coplas se realizan en un tono poético, no sarcástico ni vulgar ni soez que vulnera la intimidad de la mujer. Por eso sobre todo se diferencia el Carnaval de antaño con actual en el que se introdujeron muchos elementos que llegan de la colonia, porque ahora en la ciudad de Cochabamba hacemos una alegoría al Carnaval del Dios Momo, que tiene una configuración mucho más enfatizada a darle rienda suelta a la carne, que es lo contrario a lo que se hacía en el pasado, que era un asunto mucho más espíritual, más místico, que no tenía tanto consumismo ni erotismo”.
LA COPLA ROMPIÓ ESQUEMAS
Tania Suarez, socióloga
“Las cosas están cambiando. Ultimamente hay chicas que cuando cantan coplas, son ellas las que tocan los instrumentos y esto antes no se hacía. sin duda es parte de lo que es la globalización y el esfuerzo que hacen algunas personas que forman parte de los grupos femeninos que creen en el concepto de igualdad, pero tradicionalmente no es así. La orimnera coplera famosa en Cochabamba fue Encarnación Lazarte, que es el ícono de la copla boliviana por ser la primera mujer que logró grabar el primer disco de coplas en Bolivia en 1963. Antes de ella ni siquiera se grababa en Bolivia. La descubrieron en una fiesta de Santa Vera Cruz y grabó con la empresa Lauro. A partir de ahí empezó hacer giras con el periodista Raúl Carmona, que en paz descance, que la llevó por todo el país provocando que sus discos de vinil se vendieran como pan caliente. Ella le ha abierto el camino a las mujeres cantantes y hasta el día de hoy continúa teniendo una voz hermosísima y no vive de la música, ella produce maíz y papa. Tiene sus vaquitas y produce su propio queso en la comunidad de Paraíso.
Ella no sabe ni leer ni escribir y toda la música que produce la tiene en la cabeza, siempre dice ‘me invitan una chichita y las coplas me salen no mas’, es un ejemplo de improvisación.
Después de ella empezaron a grabar su música otra mujeres indígenas, especialmente las norte potosinas, entre las que se encuentra Luzmila Carpio, pero fue ella quien irrumpio primero los esquemas de género y después los esquemas raciales, pues la música folklórica que fue tan despreciada hasta esa época empezó a ser valorizada. Después vinieron los Kjarkas, que también grabaron coplas, pero completamente diferentes a las que grabó Encarnación Lazarte”.
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