10 de febrero de 2013

Morenos y diablos, lo más difícil de bordar


El Carnaval comienza antes de que suene la banda en los talleres de bordados, donde hábiles artesanos trabajan intensamente en los disfraces más demandados para la fiesta: los trajes de morenos, diablos y caporales.

Sus creadores contaron que son los más difíciles de elaborar, por los detalles de lentejuelas que tienen y dan forma a las serpientes, el dragón, el diablo, las águilas y otras figuras del mundo andino.

Hace 15 años que el taller de bordados Renacer comenzó a confeccionar trajes para Carnaval y Urkupiña. Hoy es parte de la tradicional zona de los bordadores de Quillacollo, en la calle Suárez Miranda y Carmela Cerruto.

Su propietario, Mario Marzana, quien aprendió el oficio por cuenta propia en Oruro, contó que confecciona trajes para el Carnaval hace más de 15 años.

“De todos los trajes que realizamos, el de la morenada es el más complicado de hacer; y también el más pesado para los danzarines”, aseguró. Todo el conjunto llega a pesar 25 kilos.

Explicó que los materiales que predominan en la confección son las perlas y lentejuelas, que se insertan en telas brillosas, para obtener un traje que se imponga y resalte las coreografías del bailarín.

“Nos hacen pedidos de distintas fraternidades, también trabajamos por encargo en países de Europa, como España”, dijo.

El traje de moreno puede llegar a costar más de 800 bolivianos, “dependiendo del modelo y materiales utilizados en su confección”, precisó Marzana.

El taller de bordados Bolivia trabaja desde hace 33 años en el rubro, atiende a fraternidades de Cochabamba y de otros departamentos. Su propietaria, Zaida Orellana, manifestó que realizan todo tipo de trabajos.

“Realizamos trabajos para los caporales Sambos, Santiago de Anzaldo y San Simón”, agregó.

Explicó que para confeccionar un traje de moreno, uno de los que tiene más detalles, se empieza de cero y se tarda 30 días. En tanto, que el de caporal demora 10 días.

Habitualmente hay 10 bordadores en el taller, pero la cifra aumenta en temporada alta, como el Carnaval, porque las fraternidades estrenan trajes.

El taller de bordados Oruro se dedica a la confección de trajes desde hace 10 años.

La propietaria, Miriam Condarco, contó que las confecciones se realizan “para Carnaval, Urkupiña y otras festividades, en mayo, junio y agosto”.

Habitualmente hay 10 bordadores en el taller Bolivia, pero la cifra aumenta en temporada alta, como el Carnaval, porque las fraternidades estrenan trajes.

La demanda de bordadores aumenta antes de Carnaval, por los pedidos de las fraternidades.

El taller de bordados Oruro se dedica a la confección de trajes desde hace 10 años.

“He aprendido el oficio trabajando en talleres de bordados, cuando era jovencita, tenía alrededor de 12 años”, explicó.

El taller Oruro está ubicado en la calle Nataliel Aguirre, donde se han instalado varias tiendas especializadas.

Si bien el trabajo es intenso en los talleres de bordado durante el Carnaval, la actividad no se detiene durante el año, por los pedidos de trajes para las entradas de las festividades religiosas.









LAS CONFECCIONES MÁS DEMANDADAS

Los trajes más solicitados para este Carnaval son los de caporales y morenos. Los talleres explicaron que los diseños que más predominarán son los de arañas, dragones, víboras y combinados.

Un traje de moreno se cotiza entre 3.500 y 4.000 bolivianos. En tanto, que el de diablada cuesta 2.500 bolivianos y de caporales hasta 1.600.

Sin embargo, el precio de todos los trajes varía de acuerdo al modelo y el diseño de las figuras. Otro factor que incide en el costo de las confecciones es el tipo de tela que se utiliza. Hay quienes son exigentes y en una oportunidad pidieron materiales reflexivos.

Los materiales que se emplean más son las lentejuelas y las perlas, en colores dorados, azules, verdes y lilas.



TALLERES

ACTIVIDAD

Una fila de trajes confeccionados para este Carnaval, en el taller Renacer de Quillacollo.


TALENTO

Un traje de morenada concluido en el taller Oruro, de la ciudad de cochabamba.


OCUPACIÓN

En la temporada alta los talleres aumentan el personal.


DETALLES

El bordado con lentejuelas, uno de los más minuciosos que realiza en los talleres.





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