Hay una mítica imagen que dio origen y aún hoy es el eje de la mayor Entrada folklórica de la ciudad de La Paz: la de los tres rostros del Señor del Gran Poder plasmados en una pintura que está en la iglesia antigua de la calle Antonio Gallardo, aunque con modificaciones.
Según los devotos, cada cara refleja diferentes hechos que pueden ser buenos o malos. “La diferencia de esta fiesta con otras en el país es que el Señor del Gran Poder tiene tres rostros, y se le puede pedir algo bueno, pero también puede ser algo malo”, cuenta Selene Pinto, palla del Gran Poder del bicentenario.
El lienzo original pintado en el siglo XVIII mostraba tres rostros humanos convencionales que aparentemente son Cristo, pero con los años la tradición empezó a interpretarlos como la representación de la Santísima Trinidad.
Debido a que la Iglesia Católica detectó que la gente empezó a interpretar a uno de los rostros como la representación de lo maligno, hace varias décadas los jerarcas ordenaron borrar las caras de los costados.
Según Pablo Bautista, vicepresidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder, la creencia guarda relación con el sincretismo aymara.
“La gente que viene de provincia aún ora a los tres rostros, al de la derecha lo comparan con el cielo, al del centro con la tierra y al izquierdo con el inframundo”, comentó. Así, al rostro de la derecha se le pide cosas buenas para otros, al del centro para uno mismo y al de la izquierda la persona se va a quejar de sus enemigos.
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