La festividad del Señor Jesús del Gran Poder se realizó ayer en La Paz, con la participación de 30.000 bailarines.
La fiesta del Gran Poder unió las zonas del Cementerio, Rosario, Central y Miraflores para convertirla en una pasarela colorida e imponente con el paso de alrededor de 30.000 bailarines, quienes desplegaron belleza, lujo, fuerza y gallardía en la entrada folclórica más importante de La Paz.
En su versión 2013, la festividad lució sus mejores galas y tuvo un tinte ecológico, con la premisa de demostrar porqué es una de las manifestaciones culturales, artísticas y folclóricas más grandes del país, en la búsqueda, hasta finales de año, de ser nombrada como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Devoción. "Yo quiero bailar antes de morir, la morenada", reza un popular estribillo que se escucha cantar a los folcloristas en las diferentes fiestas previas y posteriores a la entrada, y es que esa danza es la favorita de los paceños, no por nada 18 de las 63 fraternidades la danzan en esta festividad. A ellas se sumaron bloques multitudinarios de danzarines de diablada, kullawada, tobas, pujllay, tinku, caporales, sicuris y waca waca para cumplir su promesa al Señor Jesús del Gran Poder y bailaron por las calles paceñas en demostración de su fe.
Fernando Valencia, presidente de la Asociación de Conjuntos Folclóricos del Gran Poder (ACFGP), expresó su alegría porque el clima fue favorable durante la mayor parte de la jornada. "Creemos que es una bendición del Señor", dijo. A la altura del palco, ubicado en esquina de la calle Bueno, se observó un pintado por iniciativa de la Oficialía Mayor de Culturas, en el que la imagen de una mácara de moreno se mostraba vistosa ante los ojos de los espectadores. "Entendemos que es un detalle que permite tener una buena imagen a través de la pantalla, y es un moreno porque es la danza que está de moda", manifestó Valencia.
Nueva aspiración. El alcalde paceño, Luis Revilla, presente en el palco se mostró satisfecho por lo exhibido hasta primeras horas de la tarde. "Hay mucha alegría en la gente, nuevos trajes, nueva música y coreografías, por eso estamos felices", dijo la autoridad quien antes de ser alcalde bailó tres años, con la fraternidad Catedráticos del Folclore. "Cumplí mi promesa, pero espero que el próximo año pueda volver a bailar".
Respecto al pedido de la ACFGP, para que la entrada sea nombrada por el municipio como "Maravilla de La Paz", Revilla indicó que el Gran Poder "es una de las demostraciones de por qué La Paz es una ciudad maravillosa", en referencia al hecho de que la sede del Gobierno lidera la votación en el sitio New7Wonders, entre otras ciudades de la región.
La también denominada Fiesta Mayor de los Andes es patrimonio del municipio, patrimonio nacional y se trabaja para que sea patrimonio de la humanidad.
Sobre los propósitos de la festividad, como el de evitar los excesos en el consumo de bebidas alcohólicas y promover campañas de concienciación, hasta primeras horas de la tarde no se reportaron hechos reprochables.
Con la ciudad "paralizada" por el tránsito de los bailarines, la población se volcó a las calles para ser testigo de una fiesta que mostró inclusión en todos los aspectos.
63 fraternidades realizaron su paso por el trayecto de la entrada folclórica, ayer en La Paz.
ALEGRÍA. La kullawada es otra de las danzas favoritas de los paceños. Mujeres y hombres demuestran por igual su gusto por sus peculiares coreografías.
TRAJES. Una tropa de cholas luce su vestimenta multicolor en un día con pleno sol por las calles paceñas.
SHOW APARTE. Los integrantes de las bandas mostraron sus propias coreografías.
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