“El carrusel”, grita una de las guías y de inmediato cinco universitarias vestidas con trajes de cholas antiguas forman un círculo y comienzan a dar vueltas al ritmo de la morenada Lágrimas de dolor.
El bloque de bailarinas, de la morenada de ingeniería, iguala desde el movimiento de sus manos hasta el de sus polleras. “Estamos estrenando el paso denominado El carrusel. Hemos creado unas siete figuras para presentarlas en la Entrada”, contó Danitza Santiesteban, una de las cholas antiguas de esa fraternidad.
Al igual que el bloque de cholas antiguas, cerca de 20.000 danzarines, de 67 fraternidades, hicieron gala ayer de nuevos pasos y coreografías en la XXVI Entrada Folklórica de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), que tomó las principales calles de La Paz.
Entre las danzas que se presentaron estaban moseheñadas, diabladas, tonadas potosinas, taquiraris, tinkus, waca waca y otros.
Las acrobacias de los kusillos
Vestido con un traje decorado con plumas de gallina, Nelson Aníbal Ucha, de la fraternidad Chunchos de la carrera de Agropecuaria, saltaba y alzaba las manos sujetando una lanza fabricada de madera.
“Este paso es del guerrero. Decidimos este año presentar cuatro pasos nuevos que fueron seleccionados tras una investigación de la historia de la danza de chunchus”, comentó Ucha.
Trepado sobre el hombro de uno de sus compañeros, Cristóbal Rocangel, quien lucía un traje verde y rojo de kusillo, realizaba piruetas con las manos.
“Hemos incorporado piruetas y acrobacias para acompañar la presentación de los kusillos. Creemos que este tipo de coreografías le dan más vida a este personaje que tiene la misión de alegrar las fiestas”, sostuvo.
Los saltos de los caporales
Al ritmo de los cascabeles de sus botas, varias baronesas de los caporales de la carrera de Ciencias Políticas movían sus hombros y se echaban de espaldas. “Es un paso nuevo que antes sólo era presentado por los varones, pero creemos que las mujeres también pueden hacerlo”, según Arlin Aguilar, de 21 años, y de tercer año de Ciencias Políticas.
La joven contó que para la Entrada alistaron 11 pasos y uno de descanso. “Este año hemos incorporado más saltos y acrobacias”, agregó.
“Vivan las warmis”, gritaba una de sus compañeras y en ese instante el grupo de baronesas comenzaba a saltar al igual que el bloque de los varones.
A pesar de llevar más de 18 polleras, Deysi Flores, de la danza de waca waca, de la carrera de Enfermería, mascaba chicle para imitar a las lecheras y daba vueltas.
Mientras que un grupo de danzarines de Nutrición creaba en plena avenida Camacho una tradicional rueda chapaca. “Alistamos cinco coreografías para lucirnos en la Entrada”, señaló María Machicado.
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