Desde un principio, siempre hubo una pugna por grupos de universitarios, para establecer que la entrada es devocional a la Virgen del Socavón y en el otro extremo, que solo es una actividad cultural, antropológica y de investigación de las raíces ancestrales, como lo que se pretende hacer este año.
Es por eso que algunas gestiones, los conjuntos folklóricos universitarios encabezaron su participación con la imagen de la Patrona de los orureños, mientras que en otras oportunidades solo se presentaron en un afán de mostrar el arte de la danza e investigación de la cultura.
Esta entrada tuvo hechos destacados, como la vez que llegaron varias delegaciones del interior del país como de naciones vecinas, para participar en la entrada, mostrando la diversidad de danzas típicas, autóctonas y estilizadas del territorio nacional, hecho que le da un realce sin precedentes a esta actividad.
Por otro lado, este acontecimiento sirve para rescatar en algunos casos, danzas de tierra adentro que están al borde de la extinción, pero por su carácter nativo, muchas veces es rechazada por los universitarios, quienes prefieren lucirse con las especialidades de danzas que existen en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Este año se celebra la decimocuarta versión de la entrada universitaria, lo que ratifica su condición de ser un encanto de nuestra tierra, que atraerá con su magia, a propios y extraños reafirmando el sentimiento y el sitial que tiene la Capital del Folklore de Bolivia.
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