Ayer, entre el desacato a la prohibición de consumo de bebidas alcohólicas y verdaderas muestras de devoción, se efectuó la tradicional entrada folklórica de Virgen de Fátima, en la zona del mismo nombre, festejando además los 61 años de este populoso sector de la ciudad de La Paz, en la cual participaron 16 fraternidades.
Bajo el control de la Junta de Vecinos, funcionarios de la Subalcaldía Periférica y la Guardia Municipal se realizaron estrictos controles para evitar la venta de bebidas alcohólicas, en el evento, sin embargo, si bien los esfuerzos efectuados por los funcionarios municipales y vecinos fueron ponderables no faltaron los excesos, como es habitual en esta clase de eventos.
Debido a la prohibición de expendió de bebidas alcohólicas en vía pública, ayer horas antes de que se diera inicio a la entrada folklórica de la zona de Villa Fátima, la Guardia Municipal comenzó su operativo de control con el apoyo de los organizadores y los vecinos.
“Hemos suscrito un acta de entendimiento (entre organizadores y Subalcaldía) los puestos de venta no pueden estar establecidos en esta área, corresponde a la Alcaldía realizar este control” expresaron los vecinos.
A su vez, las vendedoras que ya habían instalado sus puestos y cubrían las cajas de cerveza con manteles pedían a las autoridades no ser tan estrictas, pero ante la negativa, la gran mayoría tuvo que retirar las bebidas, lamentando haber realizado la inversión.
La actividad partió de la plaza Del Maestro hasta la plaza Villarroel, inició con la misa y procesión de la Virgen de Fátima, por las calles aledañas a la iglesia de la plaza Arandia, donde los vecinos la recibieron con mucho respeto, ya que luego de varios años era que la imagen era retirada de su altar, así lo explicó el presidente de la Junta de Vecinos, Víctor Azcarrunz. Luego continuó la entrada folklórica que inició alrededor de las tres de la tarde y se prolongó hasta muy entrada la noche.
Los organizadores expresaron que en una reunión de coordinación se fijaron duras sanciones para las fraternidades que incurrieran en alguna falta, que iban desde los 1.000 bolivianos hasta la suspensión de dos años de la participación en la entrada. Sin embargo, la organización también se comprometió a premiar a las mejores exhibiciones de danza y el orden de las mismas.
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