Canastas con frutas de la temporada como higos y duraznos, masitas, quesos, albahacas, mixtura, globos y serpentina dan forma al concepto de una torta de comadres. Eso es lo que las chapacas se regalan para Carnaval como símbolo de amistad, y es el puntapié inicial para el jolgorio. Los varones no se quedan atrás, para el compadre no pueden faltar frutas, choclos, zapallitos y uno que otro vino o licor.
Ellos reciben su obsequio dos jueves antes de Carnaval (Día de Compadres) de manos de otro hombre o de una mujer y las comadres esperan su canasta (también llamada torta) el jueves antes de Carnaval (Día de Comadres). Si la que entrega el regalo es mujer, la receptora está obligada a devolver el gesto el siguiente jueves, y si la canasta la regala un hombre, deberá proceder con la misma atención el año siguiente.
El pacto de gratitud y amistad se sella con un abrazo y luego se dirigen a la plaza principal Luis de Fuentes de Tarija, donde por la mañana irrumpen varios jinetes a caballo dando por oficial la llegada del Carnaval.
Al mediodía la mayoría almuerza al aire libre platos típicos como saice, chancho a la cruz y picante de gallina criolla. Ni qué decir del vino que corre prácticamente por todo el departamento, famoso por sus uvas y el producto del dios Baco. No falta la picardía de las coplas chapacas y la música que sale de erkes y cajas.
La mayoría de las mujeres se visten de pollera plisada y corta, blusa bordada y el clásico sombrero chapaco, y pone sin falta una flor en la oreja. Otras (las solteras) se disfrazan de diablas porque también se lleva a la plaza un diablo enjaulado que es liberado por las comparsas.
Parte de la avenida Víctor Paz se convierte en el campo de compadres donde se realiza la fiesta, dando vida a una costumbre muy antigua, de la que no queda registro de sus inicios, pero que se sabe se heredó de España. La tradición sobrevivió gracias a que las abuelas la pasaron a sus hijas y estas a las suyas.
Como el Carnaval de Tarija, hay muchos más, vistosos, cargados de tradición, bailes y comida que merecen promoción y difusión. Destacan el Arete Guasu o Carnaval guaraní en el Chaco, el Carnaval campesino o Anata en el altiplano, la celebración carnestolenda en Vallegrande y el Pujllay en Tarabuco.
Arete Guasu
Es la fiesta para celebrar la cosecha del maíz y el fin del año agrícola que se da por los mismos días del Carnaval y se resume como una celebración de la abundancia. Puede durar un día, una semana e incluso dos.
Es la festividad más importante de la cultura guaraní en la que se trasladan familias y comunidades completas de un lugar a otro para conocerse y compartir, porque el que ha cosechado sus frutos tiene la obligación de ser solidario y cumplir con los valores de su cultura como el intercambio y la reciprocidad. La música (se baila la famosa Rosita Pochi), la vestimenta y el encuentro de nuevas parejas (los jóvenes de distintas comunidades se conocen por primera vez) son los principales atractivos de la reunión que también tiene su parte seria, pues autoridades de una u otra comunidad aprovechan el rencuentro para discutir temas políticos y todo lo que atañe al bienestar de los suyos.
Anata
La agricultura es uno de los aspectos más importantes en todas las culturas, y la aimara y la quechua del territorio altiplánico celebra entre enero y febrero la época de la cosecha.
La gente recoge sus frutas, verduras y hortalizas, de acuerdo a la generosidad de la madre tierra (Pachamama) y de sus dioses, agradece por todos estos productos.
Anata significa tributo de la cosecha y se celebra con instrumentos musicales, danzas, comida y bebida.
Se baila tarqueada con instrumentos de madera con tapón, muy típicos de la época de temporada húmeda (por ejemplo, los instrumentos de temporada seca son las zampoñas porque no llevan tapón). Estos instrumentos son enterrados y desenterrados solo para el Carnaval.
La fiesta coincide con la celebración carnestolenda y concluye el miércoles de ceniza. Se da principalmente en el campo y no así en las zonas mineras donde el Carnaval tiene otras características más difundidas.
VALLEGRANDE
Una parada protagonizada por hombres y algunas mujeres en caballos inaugura el Carnaval de Vallegrande. Esta, cita famosa en todo el país, se inicia el domingo de Carnaval a primera hora de la tarde en la plaza principal 26 de Junio. Inmediatamente después les siguen comparsas con trajes de todos los colores acompañadas por vehículos adornados con motivos típicos.
De aquí en adelante el festejo no cesa hasta la celebración final de entierro de la fiesta el miércoles de ceniza.
Apenas concluye el desfile dominguero por la noche, las comparsas se alistan para una nueva entrada que no tiene un recorrido definido ni orden. Los comparseros bailan por la calle y van de casa en casa siendo recibidos con platos típicos a base de carne de chancho; no faltan los chicharrones y asaditos coloraos, mucha chicha y cócteles de frutas.
El último día de Carnaval, el jolgorio se vive en las afueras, en quintas, potreros y huertas donde se convida ambrosía (se ordeñan vacas y se les pone un tanto de alguna bebida alcohólica a la leche). Más tarde se repone energías con un sabroso churrasco y el borrachito desprevenido es elegido para ser lanzado a la pila de la plaza, con lo que se da por finalizado el Carnaval.
PUJLLAY
Pujllay significa juego, en lengua quechua. Esta fiesta es más conocida como el Carnaval de Tarabuco y se realiza en los meses de febrero o marzo. Se caracteriza por su música y vestimenta llamativas y es un tiempo de fiesta y pausa total en el trabajo.
Se da en la región de Yamparáez (Chuquisaca) y goza de mucha popularidad entre las comunidades vecinas y los turistas.
Como en la mayoría de las culturas bolivianas, se resume en un festejo agrícola de la cosecha y de la fertilidad de la tierra.
La danza cobra un rol protagónico y lo más llamativo que llevan puesto los participantes son los zapatos de madera con plataforma de 10 centímetros y espuelas bien afiladas.
La vestimenta colorida también es atractiva y la hacen en los telares indígenas. Consta de camisa negra, un pantalón corto blanco hasta las rodillas, puesto debajo de otro más corto negro, una faja sujeta a un poncho a rayas de colores y un pañuelo grande, entre otras cosas.
En la cabeza se ponen cintas anchas, algunas de ellas adornadas con monedas y un casco de cuero endurecido embellecido con flores y lentejuelas.
La música que ejecutan se realiza con pinkillos y tokoros (instrumentos de viento parecidos a una flauta) y el ritmo lo marcan con las espuelas.
Pero, antes del jolgorio, todo comienza con una misa en quechua, después los bailarines hacen su entrada a la plaza y se elige la ñusta o virgen de la ‘pucara’, junto a un altar de comida que parece un gigantesco monumento cargado de flores, frutas y verduras. Acto seguido bailan en una danza ritual en torno a la aromática pucara que desprende los olores de tomates, papas, zapallos y manzanas.
La pucara se monta a partir de un armazón de madera y después de la ceremonia se reparten los alimentos entre la concurrencia. No falta la bebida y se sirven platos muy picantes. Cuando todo termina y se desconcentran, el gentío marcha cantando.
Mientras en el resto del país se bailan diabladas, taquiraris y morenadas, en estos pueblos también se vive el Carnaval con tradiciones dignas de contar
ADEMÁS DE ORURO Y SANTA CRUZ...
Existen otras citas en diferentes puntos del país igual de alegres y repletas de tradiciones, muchas de ellas arraigadas desde antes de la colonia. Vale la pena conocerlas, aquí les resumimos algunas.
CARNAVAL DE COCHABAMBA
También se le llama Carnaval de la Concordia. A la celebración acuden miles de personas que bailan y participan de los juegos con agua. Las comparsas desfilan con caporales, morenada, negritos y tobas. El martes de ch’alla (rito andino) se hace un preparado con hierbas que se ofrendan a la Pachamama para que objetos y bienes materiales que se adquieren se conserven por más tiempo.
CARNAVAL DE POTOSÍ
Comienza dos semanas antes con el ingreso y el desfile de los mineros que generalmente llevan imágenes de Cristo o maquetas de templos católicos. Esta celebración es conocida como Carnaval Minero. Luego sobrevienen los días de compadres y comadres y también de la ch’alla. Durante el Carnaval hay corsos y desfiles, también hay puestos de venta de comidas y bebidas típicas.
CARNAVAL DE SUCRE
En la ciudad de Sucre se realiza el que han denominado Carnaval de Antaño, el mismo recrea la época colonial y republicana y se hace el día sábado. Las comparsas salen por las calles cercanas a la plaza principal y el domingo por la mañana es el turno de los pequeños. Por la tarde se celebra el Carnaval grande. Lunes y martes siguen las celebraciones con desfiles de comparsas y ch’alla generalizada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario