El año 1976, después de salir del cuartel, Paulino Lima que es oriundo de la provincia de Aroma en la ciudad de La Paz, llegó a Tarija a visitar a unos familiares, donde la posibilidad de emprender en el rubro de los condimentos para cocina, más la tranquilidad del lugar, implicaron que decida quedarse a vivir en la tierra valluna.
De joven Lima trabajó arduamente para establecerse, y mientras pasaba su vida encontró una paceña que vino a Tarija, doña Margarita Matías, con quien se casó y tuvo cinco hijos, entorno en el que Lima continuó su vida con las alegrías y tristezas que ello implica, ya que con el tiempo empezó a padecer de presión alta, cardiopatía que provoca malestares generales.
Cuenta el entrevistado, que cierta vez allá por 1990, lo invitaron a participar en un homenaje a Santa Cecilia que se realiza cada 22 de noviembre, con el detalle de que se bailaría Morenada, por lo que empezaron a ensayar en las noches después del trabajo, pero la cantidad de adeptos era reducida y pese a la perseverancia no contaron con buena convocatoria, ya que en esos tiempos solamente bailaba música folclórica andina en Tarija la Morenada Central.
El panorama se volvió gris por las lluvias de la época, pasaron los días y finalmente llegó del interior la ropa para bailar (de segunda mano), y como estaba previsto en la víspera de Santa Cecilia los bailarines procedieron a dirigirse a la capilla de San Juan de La Loma danzando para la misa, pero nuevamente llovió a raudales y se mojaron las vestimentas, por lo que no pudieron llegar ya que el atuendo es delicado.
Resignados los morenos postergaron para el día siguiente la llegada. Grande fue la sorpresa cuando el día del evento la ropa que creían arruinada, se había lavado con la lluvia, reluciendo más incluso como si fueran nuevas, por lo que nuevamente se concentraron en La Loma y lograron llegar a la capilla donde se realizó la misa, tras la cual recorrieron la calle Domingo Paz, que improvisadamente se convirtió en un espectáculo para todos los ciudadanos.
Repitieron la hazaña por tres años, pero cada año los músicos que los acompañaban perdían sus instrumentos por lo que sus esposas los alejaron, desintegrándose el grupo, sin embargo en una reunión con Melesio Huanca y Florencio Franco (que estaban tristes por la adversidad) mientras tomaban una cerveza Lima les propuso organizar un Carnaval Andino, tarea que comenzaron sin que se enteren sus esposas.
Otro acontecimiento importante que recuerda Lima, es que la Morenada Central logró ántes integrarse al Corso del Carnaval Chapaco, lo que conllevó a que todos los adeptos a ésa cultura, como caporales, tinkus, tarqueros, hagan lo mismo, hasta que “un año les impidieron participar”, por lo que hicieron su Entrada paralelamente en la avenida Froyland Tejerina, de la zona del mercado Campesino.
A medida que se sumaba gente ya sea por afinidad a la cultura o por la proveniencia, comenzó desde el 2010 una competencia sana entre Fraternidades por contar con las bandas nacionales más reconocidas y destacarse en la ya denominada Entrada Folclórica, cuyos lugares de realización variaban ántes entre la Av. Circunvalación, Av. Panamericana, Av. La Paz, hasta que lograron una personería jurídica a la cabeza de Waldo Sarzuri, siendo reconocidos como la Asociación de la Entrada, lo que colaboró en que se organice mejor el evento que hoy en día convoca a miles cada Sábado de Tentación.
La Asociación el pasado año contó con 26 Fraternidades, y entre los proyectos se tiene realizar un convenio con la organización del Carnaval de Oruro para que expertos en las danzas lleguen a Tarija enseñando la manera tradicional de organizarse y danzar.
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