Entre risas y lágrimas, ayer fue enterrado el Pepino, el ‘rey del carnaval’, al duelo se dieron cita las viudas, los ch’utas, sus compañeros de fiesta y la ciudadanía en general. Este acto que dio fin al Carnaval 2014 comenzó en la plaza San Francisco, con una retreta de música del carnaval de antaño y terminó con el baile de los ch’utas, en una de las entradas barriales más grandes del municipio paceño.
Una gran fiesta se vivió en la plaza San francisco, donde cientos de ciudadanos disfrutaron de la música del carnaval de antaño que fue interpretada por el Centro Cultural Los Olvidados y la Orquesta Recuerdo Vivos que a través de cuecas, huayños y taquiraris revivieron épocas pasadas que acompañaban a las damas antiguas que se dieron cita al lugar.
Ni el fuerte sol ni la lluvia que cayó repentinamente interrumpieron el Domingo de Tentación, donde las viudas rompieron en llanto reclamando sus derechos, sobre el difunto Pepino, quien descansará por un año hasta que en vísperas del próximo carnaval vuelva a resucitar.
CH’UTAS
De la misma forma, se dio inicio a la entrada de las más de 25 comparsas de ch’utas, quienes con trajes coloridos y dos cholitas para cada uno, demostraron sus mejores pasos de baile, por las calles de la zona del cementerio, donde fueron instalados toldos y sillas para los espectadores.
El público espero con ansias el paso de los ch’utas de Corocoro, la tradicional comparsa de ch’utas y Pepinos Maquineros, los Verdaderos Chutas y Pepinos Intocables, quienes hicieron que el público goce y participe junto a ellos durante tramos del trayecto.
Igual de llamativos fueron los trajes de la “Fraternidad Romperragas”, quienes se ataviaron con ponchos de lana de oveja, pantalones y camisas de bayeta de la tierra y chicotes, frutas y flores que usaban de adorno.
SEGURIDAD
En este bloque, las mujeres llevaban dos phullus (mantas de lana de camélidos) de colores, y de 10 hasta 20 polleras multicolores, que armonizaban con la coreografía dinámica de la danza admirada en todo el recorrido de la entrada.
En el caso de las fraternidades "pesadas", como la Transporte Pesado o la Juventud 24 de Enero, se pudo ver que contaban con varios guardaespaldas que se dedicaban a resguardar la seguridad de los líderes de la fraternidad.
La Guardia Municipal y la Intendencia realizaron controles a lo largo de todo el recorrido para verificar la calidad de los alimentos, evitar el expendio y consumo de bebidas alcohólicas por menores de edad.
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