La Alcaldía Municipal de Cochabamba impulsa el control de las graderías, desde su armado, para evitar tragedias similares a las de Oruro donde cinco personas perdieron la vida luego de la caída de una pasarela durante la entrada del Carnaval, el fin de semana pasado.
La seguridad de los visitantes y participantes del Corso de Corsos, este sábado, es una prioridad para las autoridades municipales y de la Policía que han conformado un equipo multidisciplinario que comenzará su trabajo desde el viernes. Se encargarán de regular el servicio de alimentos, el ingreso de bebidas alcohólicas y su consumo, la venta de sillas y graderías y el armado de las mismas en los espacios asignados en el recorrido.
LAS MEDIDAS Según el subalcalde de la comuna Adela Zamudio, Enrique Soria, se van a verificar que cumplan cinco condiciones mínimas para garantizar la seguridad de quienes participen de esta actividad.
En el Concejo Municipal se aprobó el año pasado el Reglamento General del Carnaval para regular las diferentes actividades. El documento tiene vigencia en esta gestión.
En el capítulo IV se hace referencia a la instalación de palcos, graderías y/o asientos.
La primera disposición es que las estructuras de las graderías sean metálicas. Asimismo señala que se deben utilizar pernos de encaje y tuerca.
“No se admitirá graderías sujetadas con clavos, alambres, pitas”, dice el reglamento. Los estándares técnicos considerados por la Subalcaldía hacen referencia a que las medidas de los pernos deben ser de dos pulgadas.
Otro requisito es que la plataforma sea de madera y el espesor mínimo de cinco centímetros de los tablones, no más delgados. Se considera que esto es suficiente para soportar el peso de los espectadores y garantizar su seguridad e integridad física.
“En caso de detectarse el incumplimiento a lo precedentemente descrito, se procederá a su decomiso inmediato”, agrega el documento.
A esto se suma que las graderías no deberán exceder el número de seis peldaños. Para las sillas, no exceder el número de tres filas de diez sillas, por módulo. Soria advirtió que el sexto peldaño es cuestionable y está en función al espacio.
OTRAS MEDIDAS En el inciso b del Reglamento, también se hace referencia a que dichas graderías deberán tener de manera complementaria, carpas protectoras para ofrecer sombra a los espectadores, solo en la parte superior, cuidando que las mismas ofrezcan seguridad y estética.
Por otro lado instruye a que las graderías o sillas deberán ubicarse sobre la vereda y no en la calzada.
Estas graderías deben tener cinco metros lineales de frente y dos metros de fondo. El total de la superficie es de 10 metros cuadrados. Los comerciantes pagan 409 bolivianos por ese espacio.
Soria también recordó que el costo está regulado por Ordenanza Municipal y que no debe sobrepasar los 70 bolivianos. Pidió que cualquier denuncia se dé a conocer a los policías municipales que estarán en todo el recorrido haciendo el control de diferentes aspectos.
La disposición municipal para el armado de graderías es que deben estar listas hasta el viernes a la medianoche. Los controles inician a las 22.00 horas y continuarán el sábado en la mañana.
Se calcula que entre el 30 y 35 por ciento de los espacios en el recorrido del Corso de Corsos está ocupado por graderías, el restante 70 por ciento son sillas y otro tipo de estructuras más pequeñas (palcos, tarimas con mesas, entre otros).
El Intendente Municipal Ricardo Barriga, explicó que ya se notificaron a los comerciantes y que la revisión será gradería por gradería y de cada uno de sus peldaños.
“Vamos a ir con el personal de la Intendencia y de Obras Públicas a realizar la inspección”, insistió.
El director de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía, Carlos Santander, dijo que también participará la Unidad de Bomberos para verificar las condiciones de las infraestructuras.
Este control, según Barriga, puede derivar en la extensión de boletas de notificación a los responsables de las graderías observadas. La Alcaldía, a través de sus diferentes direcciones, también tiene la atribución de suspender la autorización de uso de la gradería, mientras no se mejoren las condiciones de seguridad.
Otra de las sanciones es inscribir el nombre de la persona que incumplió con las recomendaciones, en una lista para que en 2015 no se la tome en cuenta en la distribución de áreas para la instalación de graderías y/o asientos.
Para sentarse y no para saltar
El Intendente Ricardo Barriga recomendó que este año se tome conciencia del uso de las graderías, ya que fueron instaladas para sentarse y disfrutar de un espectáculo musical y de cultura en el Corso de Corsos y no así para saltar o bailar, lo que puede traer serias consecuencias.
“La calzada es para bailar y manifestar el estado de ánimo. Las graderías se hicieron para participar de manera pasiva, para sentarse”, manifestó.
En el Reglamento señala que es responsabilidad de las personas que alquilan espacios, ofrecer al público comodidad y seguridad.
“Las consecuencias de cualquier accidente a causa de su precario armado o mal uso de las graderías, será responsabilidad de la persona que la armó y alquiló.
Se entiende por comodidad otorgar el espacio necesario a cada espectador “de acuerdo a su contextura física”, indica el documento. También reitera que en caso de lesiones y/o accidentes, los adjudicatarios deberán cubrir con todos los gastos emergentes.
Barriga exhortó a los comerciantes a priorizar la seguridad antes que las ganancias.
Prevén control por “ensayo y error” en los tablones para evitar accidentes
Personal de Obras Públicas, la Intendencia Municipal y Bomberos coordinan un trabajo de control “por ensayo y error” en los tablones que serán instalados como parte de las graderías en el Corso de Corsos.
El objetivo es evitar accidentes, tomando en cuenta que, años anteriores, varios incidentes dejaron heridos tras la caída de estas estructuras.
El armado de las graderías comienza al mediodía del viernes y debe retirarse inmediatamente concluya el Corso de Corsos.
El control se extiende durante toda la noche, previa a esta actividad y en caso de identificar alguna gradería que no reúne las condiciones como para que las personas puedan acomodarse se procede al retiro.
La información corresponde al Intendente Municipal Ricardo Barriga quien además aseguró que este año la instrucción es ser más drásticos en esta verificación para que no suceda una tragedia similar a la de Oruro.
“Vamos a priorizar la seguridad por encima de cualquier otro interés. Preferible es retirar estas graderías antes de que se suscite un accidente. No puede ser que por querer lucrar haya dejadez y descuido”, indicó.
Dijo también que el armado de graderías por parte de los comerciantes es de todos los años por lo que algunas piezas se deterioran o pierden, pero para evitar cualquier gasto extra no hacen cambios y lo dejan como está.
Barriga explicó que para detectar estas irregularidades se hace un trabajo de revisión de cada uno de los tablones “por ensayo y error”, es decir que un grupo de funcionarios municipales y de la Policía brincan sobre las tablas por unos minutos utilizando toda su fuerza y peso y se verifica alguna rajadura, se decide el retiro de tablones.
Recordó que el año pasado se buscaron soluciones al problema, pero primaron más los aspectos económicos porque los comerciantes consideraron que las propuestas “no eran rentables”.
Reconoció que los mayores problemas se presentan en la base de la tarima, por la nivelación del piso y en ese caso se busca improvisar una solución que en el futuro puede amenazar la seguridad de quienes se acomodarán en estas graderías.
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