“Todo fue cuestión de un minuto”, recuerda la adolescente al referirse al desplome de las graderías durante la entrada del Corso de Corsos, en la avenida Ramón Rivero, el pasado sábado. B.R.L. es una de las víctimas más graves del accidente.
La joven asegura que la gradería vecina los arrastró. En ella los espectadores bebían y bailaban sobre las tarimas, además la gente comenzó a subirse a los peldaños por la parte posterior.
Quedó inconsciente y tiene heridas en su pierna izquierda. Fue trasladada en una camilla hasta una ambulancia para ser internada después en la clínica Aranjuez.
La principal preocupación de la adolescente, además de su salud, es quién se responsabilizará del pago de su cuenta.
El Secretario Ejecutivo de la Alcaldía de Cercado, Alejandro Cavero, señaló que de comprobarse que no hubo sobrecarga en las graderías, la comerciante que alquiló el espacio debe asumir los gastos de los afectados por el colapso de la infraestructura. Cavero recordó que fueron tres veces que las autoridades previnieron a los espectadores de este sector a no sobrecargar los andamios y no saltar sobre ellos.
El Subalcalde de la Comuna Adela Zamudio, Enrique Soria, informó que se sancionará al responsable de la gradería con una multa de 2.000 bolivianos y el retiro definitivo de su permiso para alquiler de espacios, de acuerdo a lo establecido en el Reglamento General de Carnaval.
La norma señala que las personas que alquilen dichos lugares son responsables de la seguridad y las consecuencias de cualquier accidente a causa de su precario armado o mal uso de las graderías.
Según ANF, el presidente de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Rodolfo Calle (MAS), anunció que se convocará al alcalde de Cochabamba, Edwin Castellanos, para que brinde un informe sobre el accidente.
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