Son las 9:15 del sábado de Carnaval en la ciudad de Oruro, cuando la primera fraternidad -Gran Tradicional Auténtica Diablada- llega a las puertas del santuario de la Virgen del Socavón tras recorrer cuatro kilómetros de baile en dos horas vestidos con trajes azules y dorados.
A pesar de haber tenido días trágicos provocados por las intensas lluvias en varias regiones del país, los espectadores y danzantes que participaron en la Entrada del Carnaval de Oruro derrocharon mucha alegría.
La festividad se inició en la esquina de la avenida 6 de Octubre y Aroma, en dirección a la avenida del Folklore, desde donde los bailarines recorrieron 13 cuadras animando al público.
"Beso, beso”, se oía gritar en coro a los jóvenes cuando pasaba bailando una bailarina carismática. "Seco, seco”, gritaban también para invitar a los espectadores de la tarima de enfrente.
Los danzantes continuaron el recorrido por la avenida Bolívar hasta llegar a un puesto de atención médica de bomberos, donde se esperaba con agua a quienes requerían hidratarse.
El vicepresidente Álvaro García Linera, que asistió para ver bailar a su esposa, afirmó que se continúa trabajando con los afectados de las inundaciones.
Durante el recorrido, cada comparsa fue acompañada por funcionarios de la Brigada de Protección del Carnaval de Oruro, quienes se encargaron de cumplir con los horarios establecidos. "Aceleren el paso, aceleren el paso”, pedían a la fraternidad con megáfono en mano.
Si no cumplían con estas órdenes, otro de los funcionarios de la brigada levantaba una bandera de color azul de primera advertencia. Si aun así éstos no se apresuraban, el encargado mostraba la bandera amarilla de segundo llamado de atención.
Si se mostraba la bandera roja, los bailarines debían ser sancionados con el envío al último número de la Entrada o prohibidos de bailar el próximo año. Al final del recorrido, los danzantes llegaban a hacer sus últimas coreografías a la plazuela del Socavón, mientras esperaban que la fraternidad anterior salga de la iglesia tras haber sido bendecida por el párroco. El padre peruano Juan Antonio Chávez, responsable del santuario del Socavón, daba la bienvenida y bendición a cada conjunto. Al pasar por la imagen de la Virgen los bailarines se hincaban hacia ella por devoción, rezaban durante unos minutos, muchos de ellos con lágrimas en los ojos, y avanzaban arrodillados por cinco metros hasta llegar a la puerta.
Tecnología en la Entrada del Carnaval
Los medios de comunicación que llegaron a Oruro para la cobertura del Carnaval filmaron la entrada de los grupos con drones (cámaras que vuelan a control remoto).
La red ATB utilizó por segundo año consecutivo un dron que era manejado por control remoto y monitoreado con un celular inteligente, donde se veía además de las imágenes capturadas, la distancia, altura y tiempo de batería. La red Unitel también apeló a esta tecnología; la diferencia fue que el aparato transmitía las imágenes a la televisión en tiempo real. La periodista Claudia Fernández sorprendió a su esposo, el Vicepresidente, con un beso.
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