Tragedia le cambia el rostro al Carnaval de Oruro

El Sábado de Peregrinación por lo general, es un día de derroche de alegría y colorido, acompañado de danza y música, sin embargo, ayer cuando se acercaban las 18:00 horas, la avenida 6 de Agosto y la calle Cochabamba se tiñeron de rojo, al caer una pasarela, que afectó a los músicos de la banda Espectacular Poopó, a los espectadores y a la misma gente que hizo que esa infraestructura metálica colapse y caiga.

Esta tragedia, le cambió el rostro al Carnaval de Oruro, dejando como saldo cuatro personas fallecidas y 71 heridas, muchas con daños de consideración cuyo estado de salud es de riesgo.

La gente que observó el hecho, en principio quedó sin habla, impresionada por lo sucedido, pero luego rompió en llanto y gritos de desesperación, pidiendo auxilio.

Según los reportes, la pasarela cedió por el peso de las personas que se asentaron en ella, para observar la entrada de los conjuntos, pese a que se indicó que era para que pudieran cruzar de un lado al otro de la avenida, de forma transversal, pero la falta de control para hacer que la gente circule y la inquietud de la gente por observar quedándose en ella, hizo que la estructura no resista, se doble por la mitad y se desplome encima de los músicos y espectadores.

La noticia cundió por toda la ciudad, con especulaciones, en las que se hablaba de personas

fallecidas, pero nadie te-nía una información oficial, lo que provocó desesperación en la gente que tenía a sus familiares en ese sector.

De inmediato se movilizaron los efectivos militares, quienes controlaban la seguridad en el sector, se presentaron ambulancias, personal de la Cruz Roja y policías que ayudaron en el rescate de los afectados, incluso sacaron algunos cuerpos ya sin vida, de entre los fierros.

En los alrededores la desesperación de los familiares por cerciorarse de que sus parientes no estaban entre los heridos y menos entre los fallecidos, hizo que inclusive se enfrenten con el personal policial que no dejaba pasar más allá de una cuadra del escenario.

Cerca a las 22:00 horas, luego de un intenso trabajo que grúas y equipo pesado realizaron, se pudo retirar la pasarela, para luego dar paso a una cisterna que apoyó con agua para lavar la sangre que aún quedaba como prueba de la tragedia.

Fuerte resguardo militar y policial se tuvo durante el retiro de los restos de la pasarela, cuyos funcionarios después volvieron a sus puestos para dar paso a la peregrinación que continuó por disposición de los organizadores.

Al reinicio de la peregrinación, muchos danzarines lloraban por lo sucedido, rezaban y ofrecían un minuto de silencio, por los fallecidos, otros no pisaban el espacio en el que, pese a la limpieza, aún tenía restos de sangre.