Aunque las preentradas folklóricas y el cierre arbitrario de calles fueron observadas por los vecinos de Chasquipampa, ayer nuevamente la calle 47 de esta residencial zona fue cerrada por el lapso de 14 horas (de 08.00 a 22.00) porque fraternos devotos de la Virgen de La Merced recibieron a nuevos integrantes.
La jornada comenzó con una misa y posterior fiesta en plena vía pública, con el consiguiente consumo masivo de bebidas alcohólicas y las consecuencias que acarrea tal actitud desmedida y de excesos.
EL DIARIO pudo verificar que durante toda la jornada dominical al quedar la calle cerrada se impidió el paso de los vehículos públicos y privados que debían tomar desvíos improvisados. También se notó la carencia total de guardias viales de la Alcaldía y menos aún había oficiales de la Unidad de Tránsito.
En mayo pasado, los vecinos del sector enviaron memoriales a los subalcaldes Carlos Urquizo (macrodistrito Sur de La Paz) y Manuel Ajata (Palca,) para exigir que se prohíban las recepciones y fiestas previas a la entrada de la Virgen de La Merced. Hasta el momento las autoridades no se manifestaron respecto a este pedido.
Los habitantes de Chasquipampa relataron a EL DIARIO que desde hace más de una década la fiesta en honor a la Virgen de La Merced se trasladó de Cota Cota a Chasquipampa.
Desde entonces, cada año, la zona, de mayo a septiembre se convierte en “una cantina” los fines de semana sin que ninguna autoridad ponga un alto a los excesos.
Este año, las recepciones comenzaron a realizarse desde inicios de mayo con la participación de integrantes de al menos 25 fraternidades.
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