Según el artículo 52 de la Ley 1333 el Medio Ambiente, el Estado y la sociedad deben velar por la protección, conservación y restauración de la fauna y flora silvestre, tanto acuática como terrestre, consideradas patrimonio del Estado, en particular de las especies endémicas, de distribución restringida, amenazadas y en peligro de extinción.
Durante la entrada de danzas autóctonas que se realizó ayer en pleno centro de la Sede de Gobierno, protagonizada por pobladores de área rural y que contó con la presencia de altas autoridades de Estado, tristemente se exhibieron animales disecados, ropa elaborada con partes de la morfología de ofidios que habitan en la amazonia y en la puesta en escena de coreografías autóctonas, se hizo participar a camélidos, ovejas y burros, adornados con collares y lanas en las orejas ( algunas pasadas con agujas sobre la carne viva) y en la mayoría animales jalados por la fuerza. Las especies estaban espantadas ante tanto espectador y el bullicio de la ciudad.
Lejos de elogiar el esfuerzo de la Gobernación de La Paz, por rescatar danzas ancestrales, se debe penar el maltrato a los animales, según faculta la Ley del Medio Ambiente.
En junio pasado, el secretario departamental de Madre Tierra de la Gobernación de La Paz, Carlos Taja, advirtió que durante la festividad del Señor del Gran Poder se sancionaría a aquellos bailarines que hagan uso de plumas o piel de animales en los trajes que exhibirán en la entrada.
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