La Fiesta Grande de Tarija, San Roque, culmina hoy. El repique de campanas desde las 05.30 dará inicio al ritual del “Encierro” y anunciará el primer servicio de honor al santo. Posteriormente se llevarán a cabo las ceremonias comunitaria, la de sufragio de promesantes chunchos difuntos y una misa solemne presidida por el Nuncio Apostólico abrirá la procesión.
Luego de que el pasado domingo 3 de agosto se entronizara la imagen del Patrono San Roque desde la localidad de Lazareto y que marcó el inicio de la celebración, se llevaron a cabo distintas actividades religiosas como las procesiones por la plaza Luis de Fuentes, hacia el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, a la capilla de Nuestra Señora del Carmen.
Promesantes
La fiesta de San Roque es el evento patronal de mayor importancia de Tarija, en el que la característica principal es la presencia de los chunchos promesantes, bailarines rituales que acompañan a las procesiones que cubren los cuatro extremos cardinales de la ciudad y cuyo origen sigue siendo un misterio que provoca polémica a nivel local.
Según el antropólogo Daniel Vacaflores, existen diferentes posturas sobre el tema, desde las que las sitúan en el mundo católico, otros que apuntan al mundo andino y finalmente las que mencionan su nacimiento en las tierras bajas del Chaco tarijeño. Sin embargo, admite que ninguna de ellas tiene bases documentales contundentes aunque todas tienen su grado de veracidad.
La tradición oral tarijeña ubica el origen histórico de los chunchos promesantes en 1863 en base a una referencia histórica que originalmente formaban una comparsa en la procesión de la Virgen del Rosario. Posteriormente, la tradición identifica la íntima relación de esta institución con la familia Arce.
San Roque es un santo íntimamente ligado a la cura de enfermedades contagiosas, según el párroco carmelita Garvin Grech, que fue traído por los franciscanos en 1607 y al encontrar en este lado del mundo eso males, en especial la lepra, predicaron la sanación con su imagen.
Por esta razón, señala el miembro del comité organizador de la celebración, Mauro Vargas Mealla, la vestimenta de los chunchos promesantes evoca a la utilizada por los enfermos de lepra que peregrinaban desde Lazareto, lugar donde fueron confinados, hasta la ciudad en busca de comida.
“Ser promesante chuncho significa utilizar el turbante, el velo, la pañoleta, ponchillo, pollerín, las codilleras y la coronilla, que son principalmente los adornos del santo San Roque”, subrayó.
Cabe destacar que los chunchos promesantes son una institución tradicional exclusivamente masculina, sólo se permiten varones y se rechaza absoluta y hasta agresivamente la presencia femenina en sus filas. Sin embargo, existen leyendas urbanas chapacas sobre “chunchas mujeres” que participaron encubiertamente de las procesiones.
Mundo incaico
La versión que remite el origen de los chunchos promesantes al mundo incaico se basa en la iconografía del libro Nueva Crónica y Buen Gobierno escrito en 1615 por Guamán Poma de Ayala en el que menciona su existencia como bailarines en las fiestas de Andesuyos, Condesuyos y Chinchiasuyos.
La cita específica señala: “Cantan y bailan los Antis y Chunchos (…) todos los hombres vestidos como mujer con sus flechas”.
Vacaflores subraya que la iconografía visual es clara con los pueblos “bárbaros” de las tierras bajas y que los nombres “Antis” y “Chunchos” se refieren a los pueblos salvajes de estas regiones.
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