En Tarija existen muchos músicos que se congregan en bandas musicales de varios cuerpos como ser percusiones, vientos, bajos; es ya una cultura arraigada y expresión del folklore boliviano que no puede faltar en ningún evento donde estén los morenos, tinkus, caporales o cualquiera de las muestras de danza que caracterizan a Bolivia.
Se realizó en días pasados una muestra de fe hacia San Santiago, acto en el que estuvieron varias bandas locales con las que pudimos confraternizar para enterarnos de la forma de vida que implica el ser parte de una de estas agrupaciones.
Adalid Condori tiene 42 años, él es paceño de nacimiento y actualmente toca en la banda Constelación Fanáticos, donde ejecuta las percusiones para darle el tempo adecuado a cada género que interpretan.
“Al principio no tenía muchas ganas de seguir con la música, soy comerciante y me vine a Tarija hace 15 años, allá en La Paz tocaba siempre más que todo porque me gustaba y me generaba plata extra, pensé que aquí no habían grupos musicales o bandas como allá, pero poco a poco me fui enterando y conociendo a amigos que tocaban morenada, por lo que me uní a una banda algo extrañado al encontrar rasgos de mi cultura tan al sur”, nos comenta Condori mientras descansa bajo un arbusto tras haber tocado dos horas.
Boris Burgos de 24 años, es miembro de la Central Explosión, una banda innovadora en cuanto a su repertorio ya que convierte canciones contemporáneas en morenada, lo que le da un toque característico en cada una de sus presentaciones.
“En el colegio empecé a tocar la trompeta y primero mi mamá no estaba muy de acuerdo, luego al salir tenía que estudiar y por suerte encontré una banda que me permitió tocar, ahora tengo un ingreso aparte de mi trabajo que me permite mantener a mi hijo, mientras también comparto con mis compañeros de grupo en los viajes y las presentaciones”, nos explica.
En temporada alta un músico puede llegar a ganar hasta 100 dólares por presentación, mientras en época normal cada músico gana de 150 a 250 bolivianos por contrato, excepto cuando el contratante “se emociona” y decide ampliar el trato por unas horas más. Sin embargo Burgos nos confiesa que tocar por horas puede ser extenuante y se requiere de una preparación mental y física para terminar una jornada.
Se realizó en días pasados una muestra de fe hacia San Santiago, acto en el que estuvieron varias bandas locales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario