El encierro de la Fiesta Grande de Tarija inició concluida la solemne misa celebrada en la Iglesia San Roque, a la cual asistieron los promesantes chunchos, cañeros, tamboreros, alfereses y feligreses.
El recorrido que realizaron los promesantes inició por la calle General Trigo, transitando por la Bolívar, Campero y 15 de Abril, llegando hasta la plaza Luis de Fuentes y Vargas para dirigirse a la Iglesia San Francisco.
Posteriormente, partieron a la capilla del Hospital San Juan de Dios, donde descansaron con el fin de recuperar fuerzas y continuar la procesión.
Los feligreses alistaron las mesas para recibir al Patrón San Roque, en símbolo de agradecimiento o con el fin de hacerle una petición. Las calles se tornaron de colores y de baile al ritmo de la caña, la quena y tambores que acompañaron a los chunchos en el último día de la fiesta grande de Tarija.
Pasadas las 17:00 horas, los promesantes se dirigieron a las puertas de la Iglesia San Roque para danzar por última vez.
Tamboreros, cañeros y creyentes dijeron “hasta pronto” al Patrón San Roque, con la tristeza de la mayoría, al momento de despedirse moviendo el típico pañuelo blanco.
Control
Durante la procesión, los organizadores denotaron más rigurosidad con los chunchos, a quienes de manera severa controlaron para evitar discusiones y peleas por los lugares que pase la procesión, como ocurriese en los domingos que precedieron al encierro.
Uno de los organizadores, Ivar Benítez, explicó que al tener más de 1.500 parejas de chunchos inscritas fue difícil controlarlas durante toda la actividad.
Por este motivo, prevé que para el siguiente año, el Comité Organizador pueda formar una mesa directiva, con el fin de socializar los reglamentos internos.
[Retorno de la procesión a San Roque por la calle Cochabamba.] Sanciones
Con la experiencia de esta gestión, los organizadores para el próximo año prevén ser más drásticos con las sanciones correspondientes.
lo
destacado...
“De tu novenario santo ya llegó el último día con que corazón me apartó Roque Santo peregrino”, cantaban los devotos cerca de las 21:30 frente a la iglesia de San Roque, mientras los feligreses que acompañaron todo el día la procesión, no podían evitar que las lágrimas cayesen por su rostro.
la
nota...
Chunchos sin promesa
Si bien en las primeras filas podía verse a devotos chunchos bailando al son de la quena, cañas y tambores, más atrás, había otro grupo de promesantes que apenas hacía sonar su flecha y mucho menos, coordinaba un paso de baile.
Podía verse a jóvenes con el velo levantado, mostrando su rostro, hablando libremente por celular, otros sentados en las veredas chateando mediante sus equipos portátiles. No faltaron aquellos que acordes a la tecnología, se sacaban fotografías denominadas “selfies” u otros que caminaban también con el velo levantado junto a sus amigas, presumiendo por el costoso traje que llevaban puesto.
Pero lo más grave, fue quizás el encontrar en inmediaciones a la calle Cochabamba, a un grupo de chunchos promesantes ingiriendo bebidas alcohólicas, según denunció un visitante a Nuevo Sur, éstos jóvenes bebían, mientras los demás cantaban los versos a San Roque frente al atrio de la iglesia.
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