Cientos de danzarines de la Escuela Municipal de las Artes (EMDA) de El Alto lucieron trajes de diablos, caporales, chinas morenas, entre otros, para exponer su descontento a la intención de países vecinos que pretenden adueñarse de danzas de origen boliviano.
“Son más de 1.500 alumnos que, con el conocimiento que han adquirido, están exponiendo la riqueza cultural que tiene Bolivia. Es a través de ese arte que estamos defendiendo lo que es nuestro”, dijo el director de Cultura del Municipio de El Alto, Ivar Iriarte.
El funcionario resaltó que esta actividad no busca crear reyertas, sino que se reconozca su origen para evitar que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) apruebe la postulación de la Festividad de la Virgen de la Candelaria, de Puno-Perú, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
“Hay países que se quieren adueñar de nuestras danzas presentándolas como suyas, pero desde El Alto vamos a impulsar esta defensa que debe ser nacional. Vamos a mandar un video de esta actividad a la Unesco para que vean el fervor con el que niños, jóvenes y adultos bailan en el país”, dijo Iriarte.
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