Con un deslumbrante derroche de color, folklore y alegría a cargo de miles de danzarines y músicos, se desarrollaron ayer dos de las mayores expresiones del Carnaval boliviano; la entrada folklórica de Oruro y el Corso de Santa Cruz de la Sierra, que año tras año atraen a miles de visitantes. Mientras, en el resto del país también se vive esta fiesta con otras expresiones propias.
La tradicional entrada de Oruro, declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, comenzó en la madrugada con ceremonias dedicadas a la Virgen del Socavón y se prolongó hasta las primeras horas de hoy.
El paso de los 20 mil bailarines y músicos que acompañaban a las fraternidades con originales coreografías, fue presenciado en la mañana por el presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera y el actor británico Jude Law, desde el palco principal.
Law que llegó el viernes a Bolivia, invitado por la Cervecería Boliviana Nacional, dentro de una campaña para promocionar el Carnaval boliviano. presenció la entrada menos de dos horas.
Corso de Santa Cruz
Imponente, multitudinario y colorido. Así fue el gran Corso de Santa Cruz de la Sierra, donde la reina Anabel I se lució anoche en un impresionante carro alegórico calificado como el más grande de la historia del Carnaval cruceño. Medía 11,5 metros de alto por 25 de largo, subdividido en tres cuerpos.
En la “fiesta grande” de los cruceños también se lucieron los Picarones, comparsa coronadora del Carnaval 2015, que juntó a 300 personas acompañó el desfile de la reina y se lució con trajes típicos haciendo eco de su eslogan: el rescate de las tradiciones orientales.
Alrededor de 80 carros y 160 comparsas participaron en el Corso de Santa Cruz, que tuvo como invitado al actor Jude Law,
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