Hoy, a puertas de la celebración de un nuevo carnaval, mujeres de todas las edades reservan este día para su propio y particular disfrute, se trata del jueves de comadres.
Varios documentos ubican el origen de la fiesta en España, en el pueblo asturiano de Pola de Siero, como una celebración vinculada al ciclo agrícola. La tradición llegó a América a través de la Colonia, extendiéndose por diferentes regiones. En Bolivia, el epicentro fue y es Tarija.
Tradición y amistad
La cantante folklórica tarijeña Enriqueta Ulloa recordó que esta fiesta es una tradición antigua y enraizada. Indicó que si bien la característica principal es la alegría y la entrega de la canasta con los elementos adecuados, la festividad es por sobre todo una muestra de respeto y el establecimiento o fortalecimiento de un vínculo afectivo de comadrazgo.
Destacó la realización del ‘cruce de meñoques’, que se realiza entre dos mujeres que establecen el comadrazgo recitando la frase “Cuma cuma, nunca enojarse, todo partirse”, como una especie de pacto por el cual las partícipes se comprometen a no tener rencillas y a compartir y ser solidarias entre ellas (“partirse”, como dividir todo).
Reconoció que el tema de la torta o canasta ha cobrado mayor importancia, y que han incursionado aspectos como la proliferación de disfraces, pero que la esencia de manifestar los lazos amistosos prevalece, además de transmitir la alegría e identidad tarijeña a todo el país.
La cantante folklórica Esther Marisol, también proveniente de Tarija, destacó que la forma de celebrar Comadres se ha mantenido con el paso de los años, incluso trasladándose a otras regiones del país, haciendo de ésta una celebración generalizada, y que también trasciende en el tiempo gracias a su paso de generación en generación.
Fuerza femenina
En el norte potosino, de acuerdo a antiguos pobladores de la región, existe la creencia de que hoy, jueves de comadres, no lloverá, puesto que la benevolencia del clima demuestra la guapeza y valentía de las mujeres, ya que una tormenta sería indicio de mala producción y daño a la economía local. La creencia funciona de similar forma el jueves de compadres, ya que se cree que si llueve en ese día, los compadres no gozarán de la hombría que debería caracterizarlos, en caso de tiempo seco son considerados ‘machos’.
El investigador Carlos Vacaflor resalta que en el jueves de comadres se forman grupos de agasajo e intercambio, cuidando que no haya injerencia masculina, realizando una demostración de la fuerza femenina, expresada en entradas con música y baile y un derroche de alegría, como símbolo de la identidad de comadres, cuyo orgullo es ser más alegres que los compadres.
Sobre esta base, cada región ha adquirido o desechado tradiciones de esta fecha, pero siempre poniendo de manifiesto la clara diferencia con los hombres y la libertad que otorga la festividad carnavalesca para reforzar los lazos de amistad entre las mujeres.
La canasta
Aunque en la actualidad las fiestas (ya sean privadas o particulares) se están convirtiendo en el centro de la celebración, es la canasta el ícono de esta fecha.
Para Esther Marisol, la preparación de la canasta es fundamental, teniendo mucho cuidado con la selección de frutas (donde debe primar la uva), la tradicional torta y adornarla con banderines y globos. En el momento de ponerla sobre la cabeza de la comadre elegida, es muy importante que el peso sea considerable, para que la elegida pueda sentir el cariño que se tiene de acuerdo con la cantidad de elementos que posee. El vino y el queso tienen que estar presentes en la celebración.
Para Ulloa, además de la típica torta, hay que poner la flor denominada Las comadritas y la albahaca (elemento infaltable). En el momento de ir a dejar la canasta donde la nueva comadre se deben hacer sonar cuetillos y llenar la casa de serpentina. Recalca que no puede faltar un trago macerado o un cocktail.'
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