"Hemos sido derrotados por Bolivia. Bolivia dice que nuestras danzas son bolivianas",. El escritor puneño Omar Aramayo se lamentó de esa manera al descalificar la nominación que la Unesco hizo a la festividad de la Virgen de la Candelaria, de Puno, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, según informó el diario Los Andes.
La publicación se refiere al acuerdo bilateral firmado por ambos países ante la Unesco, en el que se acepta explícitamente que los puneños danzan con música y trajes bolivianos en esa celebración.
"En la Festividad de la Virgen de la Candelaria de Puno se destaca que la ritualidad litúrgica y espiritual constituyen el elemento central de dicha expresión… Las danzas, música y vestuario del pueblo de Puno son acompañados por las danzas, música y vestuarios del pueblo de Bolivia", señala el documento.
"Hay demagogia", señaló Aramayo, que según el diario puneño "no deja de decir la verdad", ya que el Gobierno peruano ocultó ese documento. "Mientras que en Puno festejábamos la declaratoria, creyendo que la Unesco protegía nuestras danzas, en Francia nuestros representantes daban la razón a Bolivia. Esto de ser patrimonio es un botín, donde hay una serie de personajes, de instituciones, que han sacado una tajada. Un grupo de personas ha ido a París a entregar nuestras danzas a cambio de este título”, aseguró el escritor.
En el documento oficial de la Unesco, señala Los Andes, se confirma la posición boliviana: "la música, las danzas y las artesanías, no son el objeto principal de la nominación", y se agrega que "algunas expresiones asociadas con la Festividad de la Virgen de la Candelaria de Puno, son compartidas por las comunidades andinas de la región".
El escritor criticó la actitud "débil del gobierno peruano" y aseguró que la Diablada tiene origen en Puno, pues dijo que esta danza se remonta al siglo XVIII en esa región y en Bolivia, un siglo después.
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