1 de marzo de 2015

Plantean trasladar el Corso de Corsos a un Cochalódromo

Después de que los excesos, el consumo de alcohol, basura, baches y líos con las graderías volvieron a opacar el Corso de Corsos, la Alcaldía está nuevamente ante el reto de repensar la organización de la entrada.

Ante esta situación, en los últimos días cobró fuerza la idea de contar con un Cochalódromo con características similares al Cambódromo de Santa Cruz. Sin embargo, de momento hay dos corrientes. La primera se inclina por construir un espacio para el Corso de Corsos y otras actividades. En tanto que la segunda mantiene la lógica de realizar la entrada en la calle pero en un lugar más amplio.

El oficial mayor de Cultura, Ubaldo Romero, dijo que ya es una necesidad construir un espacio con capacidad para 250.000 espectadores que permita que los bailarines puedan desplegar sus coreografías.

El propósito es contar con un lugar que reúna las condiciones de seguridad, servicios básicos y comodidad. Las calles han quedado chicas para una concentración de más de 150.000 personas. Mientras que la aglomeración provoca daños en las áreas verdes y genera caos vehicular y basura.

Romero informó que esta idea surgió a raíz de la propuesta del presidente Evo Morales de crear un Diablódromo en Oruro. La sugerencia fue tomada con entusiasmo y ahora se piensa en concretarla.

El proyecto requiere un terreno de al menos tres kilómetros. “Tendríamos que buscar espacios al norte o sud de la ciudad, pero no sabemos si la población va a asistir a una zona alejada, porque al cochabambino le gusta estar en el centro de la ciudad”, reflexionó Romero.

La Policía apoya la idea de construir un Cochalódromo. Pues, considera que ayudaría a garantizar la seguridad y evitar el ingreso de bebidas alcohólicas, manifestó el jefe de Planeamiento y Operaciones de la Policía, Marco Miranda.

En cambio, la etno-psicóloga Esther Balboa considera que la construcción de un Cochalódromo va en contra de la expresión tradicional del Carnaval cochabambino. “En Carnaval, la población expresa su alegría en las calles. Yo creo que más bien se debería tratar de volver a rescatar las pandillas y takipayanakus para no hacer una simple copia del Carnaval de Oruro”, enfatizó.



PROPONEN RECUPERAR LOS TAKIPAYANAKUS

“Se quiere copiar el Carnaval de Oruro”

La etno-psicóloga, Esther Balboa expresó que una característica del Carnaval cochabambino hace años era la participación espontánea de grupos de takipayanakus (coplas) y pandillas que lamentablemente fueron desapareciendo.

Explicó que la población expresaba su alegría haciendo mofa de diferentes temáticas o personas como las autoridades. Pero esto ha desaparecido porque las actuales leyes coartan la libertad de expresión de la población. “Esta burla sólo se podía hacer en Carnavales, entonces, la gente podía expresar de forma graciosa su punto de vista. De ahí viene el dicho de que en Carnaval todo se soporta”, dijo.

Añadió que actualmente el Corso de Corsos trata de copiar el Carnaval de Oruro. Manifestó que la construcción de un Cochalódromo va en contra del Carnaval cochabambino. “Nuestro pueblo expresa su alegría en las calles, entonces al trasladarlo a un lugar cerrado perdería su esencia y además se mercantilizaría. Creo que más bien se debería recuperar las tradicionales pandillas y takipayanakus.



SANTA CRUZ TIENE CAMBÓDROMO

Con una capacidad para 30.000 personas

Una de las ciudades que ha mejorado la organización de la entrada de Carnaval es Santa Cruz a través de la implementación del cambódromo. Este espacio tiene una capacidad para 30.000 personas y cuenta con 1.000 metros de longitud y 30 de ancho. Fue inaugurado en febrero del 2014 y está ubicado entre el cuarto y octavo anillo de la avenida Mutualista.

El Cambódromo es una infraestructura semiabierta y cuenta con un palco oficial, terrazas y espacios zonificados con butacas, sillas y graderías. Tiene salidas de emergencia, señalización, puestos de enfermería y primeros auxilios, una posta policial y otra municipal, baños públicos, estacionamiento y plaza de comidas.

El lugar también se utiliza para la realización del corso infantil, entradas folklóricas, paradas militares y ferias. Fue construido con una inversión de 50 millones de bolivianos.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Cochabamba, John Mendoza, explicó que lamentablemente Cochabamba no cuenta con un espacio en el centro para emplazar un Cochalódromo como Santa Cruz.



CULTURA DE CONSUMO

“La población bebe en grandes cantidades”

Aunque cada año rige la prohibición de vender bebidas alcohólicas y las cervecerías están vetadas de comercializar el producto, el público sobre todo joven se da modos para meter una diversidad de tragos. En tanto que los controles no están acompañados de campañas sostenidas que promuevan el consumo responsable.

Al respecto, el psicoterapeuta Daniel Vásquez, explicó que las normas deben estar respaldadas por campañas de socialización sostenibles durante todo el año y que no se limiten a realizar controles el día del Corso.

Indicó que la población tiene la cultura de beber en grandes cantidades, por lo que no se adapta a la ley y consume en exceso en actividades como el Corso de Corsos. Al final esto genera diferentes problemas.

Por otro lado, el sociólogo Fernando Salazar explicó que la ley que prohíbe el consumo de bebidas en el Corso es contradictoria debido a que sólo restringe el consumo a 200 metros, pero después está permitido. Lamentó que esta norma se limite a sancionar a consumidores y comerciantes pero no a las empresas.



OPINIONES

BEATRIZ ZEGARRA, PRESIDENTA DEL CONCEJO MUNICIPAL
“Se debe socializar la ley municipal”

Creo que para evitar el excesivo consumo de bebidas alcohólicas se debe socializar la ley municipal del Corso de Corsos. Este año hemos tenido menos casos delictivos y menos consumo de bebidas alcohólicas que otros años. Pero todavía hay que trabajar más en cuanto a organización y socialización de la ley municipal para que la población acate las normas.



ESTHER BALBOA, ETNO-PSICÓLOGA
“No se debe mercantilizar el Corso”

La creación de un Cochalódromo mercantilizaría el Corso de Corsos y eso no es de nuestra cultura que tradicionalmente expresa su alegría en el Carnaval saliendo a las calles. Además, se debe volver a recuperar las tradiciones antiguas como las pandillas y los takipayanakus que salían a las calles para hacerse la burla de diferentes situaciones, pero ahora eso no existe.



SOCIALIZACIÓN

DANIEL VÁSQUEZ, PSICÓLOGO
“Se consume en gran cantidad”

Las normas deben ir acompañadas de la socialización. Pues, de nada sirven éstas si no se cumplen. El Corso es un ejemplo claro de esto. Ante el consumo masivo, la norma se vuelve permisiva porque no se puede detener a toda la gente que consume. Se debe trabajar en campañas de concientización para contrarrestar el consumo de grandes cantidades de alcohol en estas actividades.



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