La festividad de Santa Vera Cruz “Tatala” vivió ayer su actividad central en el templo del mismo nombre, ubicado en el kilómetro 6 1/2 de la avenida Petrolera, en el que se realizó una misa a mediodía con la presencia del arzobispo Óscar Aparicio.
A la festividad asistieron más de 10.000 feligreses para pedir al señor de Santa Vera Cruz la fertilidad de sus animales, buena cosecha, hijos y bienes materiales como carros, casas y dinero, con ritos tradicionales como la bendición, k’oa y ch’alla.
Santa Vera Cruz también marca el fin de la cosecha y el principio de un nuevo ciclo de la vida agrícola.
La festividad se caracteriza porque los peregrinos tienen la tradición de quemar la bosta de sus animales (vacas, ovejas, conejos y gallinas) en las puertas del templo de Santa Vera Cruz. Además, la población en su mayoría, adultos y de la tercera edad, cantan coplas relacionadas con el “Tatala”. “El año pasado he venido y tu señor me has dado ganado, ahora este año he vuelto y el doble me vas a dar”, dice una de las coplas.
A esta actividad además asistieron mujeres y parejas jóvenes para pedir un hijo, pero también mujeres embarazadas a solicitar que su bebé sea de un determinado sexo.
Es el caso de Fabiola Ignacio que tiene cinco meses de embarazo y fue al templo de Santa Vera Cruz para pedir que su bebé sea mujer. Para ello compró una muñeca con ropa de color rosado.
En cambio los agricultores que llegaron desde diferentes municipios como Vinto, Punata, Cliza, Quillacollo con estatuas de sus animales, como palomas, conejos, patos, vacas, ovejas, piden por la fertilidad de los mismos.
El responsable de catequesis del templo de Santa Vera Cruz, Gary Quispe, informó que a la fiesta llegan de Estados Unidos, Alemania, Argentina y otros, pero también de todas las ciudades del país. “Con los años la festividad está creciendo cada vez tenemos más visitantes”, dijo.
La actividad inició el 1 de mayo con una k’oa tradicional y concluye hoy con dos celebraciones religiosas.
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