El pasado 13 de agosto se recordó el primer año del sensible fallecimiento del prestigioso maestro bordador paceño Félix Paz Salinas, que impulsó decididamente el crecimiento del folclore nacional mediante su trabajo en bordados “La confianza”.
Paz Salinas se inició haciendo trajes para las danzas de la diablada, reyes morenos, sikuris y llamerada hasta llegar a la cullaguada, en la que se destacó, desde 1974, por su creatividad y destreza. Desde ese momento, don Félix diseñó diferentes trajes de cullagua para las principales festividades del país, como el Gran Poder, el Carnaval de Oruro y Urkupiña, teniendo una gran demanda de disfraces, hecho que lo consagró en el ámbito folclórico como “El rey de cullaguas”.
Su hijo Grover recuerda que este maestro del bordado tenía una desbordante pasión por el folclore. “Se dedicó a organizar festivales folclóricos masivos en La Paz, en el Teatro al Aire Libre, Coliseo Cerrado y en el estadio Hernando Siles con la presentación de bandas y conjuntos musicales, promocionando nuestro folclore cuando gran parte de nuestra sociedad se mostraba todavía reticente a nuestra cultura”, rememora.
Su ímpetu de servicio lo llevó a convertirse en líder de diferentes instituciones, como la Asociación Mixta de Artistas Bordadores y Autodidactas de La Paz, de la que fue su presidente durante cuatro gestiones, siendo uno de sus logros la concreción de un mausoleo en el Cementerio General de La Paz para sus afiliados.
Asimismo, en la década de los 70 realizó viajes con el ballet Bolivia Andina, representando al país en distintos festivales folclóricos internacionales efectuados en Perú, Chile, Argentina y México.
Como gestor cultural recibió varias condecoraciones, entre ellas la Medalla de Honor al Mérito Cultural que le confirió el año 2012 la Asamblea Legislativa Plurinacional y la Medalla “Prócer Pedro Domingo Murillo” que le otorgó la Alcaldía de La Paz el 2013 en el Grado de Honor Cívico.
Don Félix Paz Salinas falleció el 13 agosto de 2014 a los 82 años de edad a causa de un problema pulmonar que sufrió por sus continuas décadas de trabajo.
A un año de su muerte, su esposa e hijo le recordaron con una misa en el santuario “Jesús del Gran Poder” y una pequeña reunión, donde estuvieron conocidos maestros bordadores, como Félix Quisbert, Anselmo Chuquimia y Thomas Choque, junto a periodistas del ámbito folclórico.
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