La Entrada Folclórica en honor a la Virgen de Guadalupe se cerró con una limpieza de gran parte de la ruta; mientras, los bailarines de varias fraternidades volvieron a salir a las calles en su acostumbrada Cacharpaya generando congestión y desorden en varios sectores de la ciudad.
A diferencia de años pasados cuando los rastros de la Entrada aún se podían percibir varios días después, este año, la Alcaldía retiró inmediatamente las graderías que instaló en la plaza y, en coordinación con la Empresa Municipal de Aseo Sucre (EMAS), procedió a limpiar con agua y detergente el trayecto desde el estadio Patria hasta la plaza 25 de Mayo.
“Cumpliendo con la recomendación del Alcalde y de la Secretaria General inmediatamente después de la Entrada hemos procedido a dejar la ciudad en las mejores condiciones para lo cual han trabajado unas 100 personas”, informó el jefe de Operaciones de la Alcaldía, Jaime Daza.
Sin embargo, la limpieza no abarcó, por ejemplo, detrás de las graderías de la avenida Hernando Siles y calles transversales las cuales, un día antes se convirtieron en urinarios. Tampoco la empresa encargada de la instalación de graderías realizó el trabajo de desarmado pese a que parte del centro de la ciudad permanece bloqueada a consecuencia de ello.
El jefe de Operaciones señaló que una vez que la empresa retire las graderías se hará una nueva limpieza para abarcar a esos sectores.
Por otro lado, sin tener autorización, varias fraternidades hicieron su Cacharpaya, unos en la ex estación Aniceto Arce, otros en la plaza 25 de Mayo y otras en la avenida Las Américas y no hubo autoridad que controle el desorden en las calles.
“Estas actividades se deberían hacer en un determinado lugar y no en las calles, porque perjudican”, señaló el conductor Henry Barrientos.
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