A pesar de los inclementes rayos solares que cayeron sobre la ciudad, los largos intervalos en el ingreso entre una agrupación y otra, el cansancio, el dolor de pies y la aparición de ampollas, los danzarines siguieron todo el curso de la ruta establecida para la entrada, hasta llegar a la plaza 25 de Mayo.
Para muchos jóvenes y niños este es el primer año que participan en este evento y tuvieron que pagar el “derecho de piso”, con cansancio y la aparición de ampollas en algunos casos; sin embargo, “eso no es nada en comparación al amor y la protección de la Virgencita en la vida de cada uno de nosotros”, manifestó la niña Lourdes Martínez, bailarina de la Morenada La Recoleta.
La segunda jornada del convite fue parecida a la del primer día. Comenzó alrededor de las 10:30; hasta las 12:30 apenas ingresaron dos confraternidades, a medida que transcurrieron las horas el paso de los grupos folclóricos se hizo más frecuente, aumentando más por la noche.
Toda la gente que tomó las calles en el Día del Peatón, en horas de la tarde de a poco comenzó a centrar su interés en los grupos folclóricos.
Se pudo advertir el control de la Guardia Municipal, quienes decomisaron las bebidas alcohólicas que se ofrecían a la venta, cuyo consumo está prohibido para esta fiesta religiosa en honor a la Mamita Gualala.
Sin embargo, anoche sí se vió a algunas personas, hombres y mujeres, bebiendo entre el público observador y entre algunos músicos de las bandas.
El próximo fin de semana la población vivirá en grande la majestuosidad, el colorido, la alegría, la belleza y la riqueza que Bolivia tiene en danzas y música en la Entrada de la Virgen de Guadalupe.
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