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19 de octubre de 2015
Los kallawayas de Italaque
Italaque, pueblo conocido por sus Sicuris, remonta su génesis e historia a tiempos milenarios. Las mujeres y hombres que habitaron lo que es conocido hoy como el municipio de Mocomoco y en particular algunas comunidades de los distritos de Pacaures e Italaque, antes de la conquista de los andes meridionales por los incas en la segunda mitad del siglo XV, formaban parte de un curacazgo muy antiguo: "El Señorío Kallawaya".
Este Señorío Kallawaya estaba constituido: "al Norte del lago Titicaca sobre los flancos de las cordilleras de Carabaya y Apolobamba, cortado por los afluentes superiores de los ríos amazónicos" como describe Thierry Saignes.
El Cacique de Charazani Juan Tome Coarete declara en 1657: "Por mandato de Topa Yupanqui y Guayca Capac yngas décimo y onceno reyes que fueron del Piru mandaron a Are Capaquiqui que por ellos gobernaba desde Ambana hasta Usico delante de CoyoCoyo buscase la mejor entrada que pudiese haver para las provincias de los Chunchus y hallándola tal habrise camino para meter la gente necesaria a la conquista dellos", lo registra el Archivo Nacional de Bolivia en el Expediente 1657 - 5, F° 54.
Es así que esta jurisdicción asociaba dos regiones que fueron, posteriormente, separadas: la Norte, los valles superiores de los ríos Carabaya (actual Tambopata) y Huari Huari que formaron la provincia colonial de Carabaya, incorporado luego al Perú; al Sur, los valles superiores de los ríos Camata, Copani y Pelechuco que integraron la provincia colonial de Larecaja y pertenecen en la actualidad a Bolivia.
"La bipartición del territorio kallawaya no se produjo por azar, ya que ella se remonta el antiguo corte dualista: el señorío, luego la "provincia" inca, comprendía dos mitades: la superior (Hatun Calabaya) y la inferior (Calabayala Chica) que fueron distinguidas por los españoles como dos unidades fiscales (repartimientos) posteriormente". (Thierry Saignes. "Desde el Corazón de los Andes". IFEA. La Paz. 2015).
Según investigadores de la histografía inca, mencionan que la anexión al Tahuantinsuyu de la vertiente oriental se operó bajo Tupac Tupanqui al mismo tiempo o poco después de la conquista del Collao en la segunda mitad del siglo XV. Por otro lado la colonización inca se tradujo en importantes transferencias de población entre diferentes regiones. Tenemos conocimiento de la presencia en los valles Kallawayas de grupos de origen geográfico bastante distinto. Se nota, primero, la existencia de Mitmaq venidos del Collao. Así también el nombre de varios ayllus llamados incas o ingas en las jurisdicciones de Charazani y de Mocomoco, sobre este tema hablaremos en forma extensa en otro escrito.
El interés económico que representaba este sector en el Incario es innegable: en las colinas subandinas y a lo largo de los torrentes que desembocan en los afluentes amazónicos, fueron explotadas las minas de oro y los lavaderos sobre andenes, como la producción de coca cosechada tres veces al año. Los productos eran llevados hacia las punas y colocadas en el tambo (Granero albergue) de Umamatta y Usata (Italaque) no lejos del lago Titicaca.
Este territorio tomo gran importancia geopolítica por el hecho de que los kallawayas encontraron un camino que permitió al Inca la conquista de los "indios de la selva", llamados salvajes ("chunchos"), como registra el Archivo Nacional de Bolivia (Expediente ANB 1657 -5, f°54), "El jefe Are y luego su hijo abrieron un pasaje hacia el valle de Apolo y de allí hacia las sábanas de la ribera izquierda del Beni. Por este servicio prestado, el Inca acordó al señor Kallawaya el privilegio de ser llevado en andas por cuarenta indios".
Los inicios del periodo hispánico están marcados en el área Kallawaya por una serie de modificaciones territoriales dentro de las cuales diferentes instituciones coloniales - encomiendas, corregimientos, reducciones, distritos urbanos y eclesiásticos -intervinieron en diversos grados.
La encomienda, esta institución que delega a españoles particulares el derecho de percibir los tributos de un grupo indígena, como lo hacían los incas. En 1535 sin incluso haber ocupado los territorios meridionales del imperio incaico desde el Cuzco Pizarro delego al licenciado Antonio de la Gama los repartimientos o provincias de Hatun Carabaya y la pequeña Calabaya.
Luego de la creación de la Audiencia de Charcas 1561, cuya sede fue La Plata, actual Sucre, el conjunto del Collao y de sus vertientes íntegro su instancia administrativa y judicial, por lo que quedo dividido entre los distritos urbanos de La Paz y Cuzco. El establecimiento de los corregimientos en 1565 confirmó la secesión de estas dos mitades del antiguo Señorío Kallawaya del cual la superior al Norte formó aquel de Carabaya, mientras que la inferior al Sur, integro aquel de Larecaja. Otra etapa importante en el desmembramiento del antiguo señorío se inicia con el reagrupamiento de la población indígena en el seno de las reducciones o pueblos de indios concebidos como centro administrativo, social e ideológico de la sociedad andina. Los habitantes de la Pequeña Calabaya fueron de esa manera concentrados en cuatro pueblos, uno de puna Umanatta, dos de cabecera de valle, Charazani y Mocomoco y uno de Yungas, Carijana, así lo establece la "Visita General" del virrey Toledo en 1575.
Estas reducciones multiétnicas ya que a los lados de los Kallawaya se encontraban los Mitimaq originarios de diferentes regiones andinas. La trasformación de estas reducciones en parroquias debió terminar de conferirles su plena autonomía fiscal y religiosa. En 1596 Charazani forma una parroquia, Mocomoco otra, Carijana y Camata se reúnen en la misma, Umanatta debe unirse a los indios canchis de Usadca para formar la nueva reducción y la parroquia de Italaque, lo registra el Archivo Parroquial 532 de Italaque.
Es así que en la colonia española Italaque formó parte la jurisdicción de la Larecaja, por consiguiente, "se puede ver que las unidades domésticas Kallawaya se encuentran repartidas en diferentes jurisdicciones urbanas, provinciales, aldeanas y eclesiásticas en los Valles de Capoari y las parcialidades de Warcas como Pacaures de Italaque nos dice Thierry Saignes en su libro "Desde el Corazón de los Andes". IFEA. La Paz. 2015.
En 1614, los descendientes de los señores kallawayas reclaman la restitución de sus derechos y títulos sobre el gobierno, quedaba fresca en la memoria su antigua soberanía y jurisdicción (ANB/E 1657 -5). Estudios realizados en diferentes culturas precoloniales revelan que la música es un factor intrínseco de la religión y sus ritos, axioma que explica la unión entre los sabios médicos naturistas y los maestros del sicuri en este territorio.
Luego de diversos y complejos procesos de organización y reorganización territorial propios de la dinámica de los pueblos. Hoy, Italaque en su ontología guarda el legado milenario de la nación Kallawaya.
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