En un campo abierto, cerca de los sembradíos de papa, cuyas flores se mecen a la voluntad del viento, suena la banda. Decenas de ch’utas y sus respectivas parejas bailan antes de ingresar a la plaza de Chojasivi y participar de la entrada como parte de la festividad en honor a la Virgen de La Paz y el Carnaval. Cada año regresan a su tierra desde diferentes ciudades y países.
En el cantón de Chojasivi del municipio de Pucarani, en la provincia Los Andes del departamento de La Paz, se realiza la Entrada Folklórica de Ch’utas cada 23 y 24 de enero.
En 2013, Chojasivi fue declarada la Capital Folklórica de Ch’utas de la primera sección municipal a través de una resolución autonómica y una ordenanza municipal. "Según antecedentes históricos, se realiza desde el siglo pasado y desde la primera década del 2000 se ha organizado en bloques”, explica el presidente del Concejo Municipal de Pucarani, David Flores.
imagen
Juan Álvarez-Durán/ Un bloque ingresa a la plaza de Chojasivi mientras demuestra sus pasos.
Los bailarines cuentan que en el pasado se danzaba en forma desorganizada. Los bloques fueron creados por Los Titulares y Los Rompecatres saca Mankanchas hace alrededor de nueve años. Cada bloque está conformado por familiares de las comunidades que pertenecen a los cantones Achachicala, Chiluyo y Tiquipa.
El sociólogo David Mendoza explica que el Carnaval coincide con el tiempo de Anata, una práctica ritual y social relacionada con la fertilidad de la tierra y el lazo del hombre con la naturaleza que se realiza desde antes de la llegada de los españoles. "Antes, en las danzas autóctonas no había palco, desfile o banda. Eso se va legitimando en el marco de los intereses sociales y políticos”.
La danza de ch’utas, según añade, representa un fenómeno nuevo de fines del siglo XIX y hay varias teorías sobre su origen. Se baila en pareja y, actualmente, cuando el ch’uta es "cholero” lo hace con más de una chola.
"El caso de los ch’utas surge de una configuración de ascenso de clase; para mí, del mundo rural al urbano. Un ascenso de clase del ‘cholaje’, no uno mestizo de élite, sino de mujeres, ‘pampa cholas’, y hombres que vienen como migrantes del campo y que van en ascenso social”, sostiene.
imagen
Alejandra Pau/ Una pareja del bloque de ch’utas Los Titulares antes de su ingreso a Chojasivi.
El retorno a la tierra
Los oriundos de las comunidades de Chojasivi junto a sus familiares regresan a su tierra desde ciudades como La Paz, El Alto y de países vecinos, como Argentina y Brasil. Antes de ingresar a la plaza principal bailan en un campo abierto al ritmo de una o más bandas. Es posible apreciarlos en un panorama colorido de 360°.
"Que (en Chojasivi) bailen de esta forma muestra de alguna manera su relación con la naturaleza, el orden viene del mundo urbano, en el mundo rural hay un desorden con orden”, indica Mendoza.
Los Titulares, de la comunidad Chiluyo, es el único bloque que luce traje de antaño con bordados con figuras fitoformas (flores) y zoomorfas. "Todos somos casados, es la razón de nuestro nombre (...). En 2007 iniciamos con el tema de los bloques, antes eran comparsas”, detalla uno de los fundadores de Los Titulares, Julián Quispe.
El bailarín muestra los bordados con formas de aves y flores de papa y haba. "Representan a nuestros sembradíos que florecen en esta época”, comenta. Este bloque es uno de los pocos que usa la máscara tradicional de los ch’utas durante la entrada.
Mendoza argumenta que el traje está relacionado al florecimiento de la papa. Por otro lado, al quitarse la máscara los bailarines ya no están representando a un extraño -de rostro blanco y ojos azules-, se están representando a sí mismos.
Para Quispe el objetivo de bailar ch’utas en Chojasivi es conocer a las nuevas generaciones de la familia porque el resto del año al vivir en diferentes villas, de La Paz y El Alto, o en otras ciudades no pueden compartir.
"Bailamos para retornar a la tierra y que los más jóvenes recuerden de dónde vienen”, asegura Quispe.
imagen
Alejandra Pau/ Una pareja baila en la plaza durante la Entrada de Ch’utas de Chojasivi.
Trajes modernos
Por otro lado, el bloque Wasquiris tiene 24 parejas, este año lucieron trajes negro y verde fosforescente con bordados de la wiphala, este año está inspirado en el grupo mexicano Bronco. Los diseños modernos de los trajes son una tendencia en esta entrada.
"La mayoría bailamos con nuestras esposas. Cada año renovamos los trajes, algunos compran y otros alquilan. La condición es que sea nuevo”, explica Eliodoro Gutiérrez, miembro de los Waskiris.
La entrada se prolonga hasta la noche. "Bailar ch’utas es más divertido”, dice Felipa Amaru, miembro de los Waskiris, que luce como las otras mujeres sus mejores joyas para la ocasión.
Desde el campo abierto con flores de papa hasta la plaza retumba el sonido de las bandas. La cerveza y el efímero retorno a la tierra se celebra con baile.
imagen
No hay comentarios:
Publicar un comentario