Demoras en el inicio, desorganización y falta de auxilio inmediato ante una falsa alarma fueron los aspectos negativos durante el desarrollo del Corso Infantil del sábado, la farándula de pepinos del domingo y del Jisk´a Anata del lunes.
El sábado por la mañana, mientras se desarrollaba el Corso Infantil, un rumor sobre el posible desplome del edificio Alameda causó pánico y susto entre los habitantes del inmueble y los cientos de personas que disfrutaban del Corso.
A pesar de que los rumores fueron desmentidos minutos después, los padres de familia se quejaron porque durante la avalancha que se produjo en el paseo de El Prado varias personas resultaron heridas y, al menos siete niños se extraviaron, según reportó Bomberos.
La población se quejó porque el personal de emergencia, desplegado a lo largo del recorrido para atender cualquier eventualidad desapareció durante el momento de pánico.
Muchas personas se desmayaron, otras resultaron con golpes, luxaciones y, sin embargo, en horas de la tarde todos los niños extraviados fueron encontrados y devueltos a sus papás.
violencia e impuntualidad
Durante la farándula de pepinos del domingo, las unidades médicas apostadas a lo largo del recorrido atendieron aproximadamente 85 casos de personas con heridas leves, golpes y contusiones menores entre los participantes y el público que jugó con extrema violencia por el exceso de bebidas alcohólicas.
Asimismo, los integrantes de las 48 agrupaciones que se “apoderaron” del centro paceño durante el Jisk´a Anata, hicieron conocer su molestia porque el evento comenzó con dos horas de retraso y durante el recorrido no hubo el control esperado, puesto que muchas personas en estado de ebriedad bajaron de las graderías para bailar con ellos, como si fueran parte de las comparsas carnavaleras.
Los espectadores, en su mayoría ebrios, burlaron el escaso control y no dejaron disfrutar de las danzas, la alegría y el colorido de los participantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario